La Andalucía del mínimo

En la última sesión de control al Ejecutivo andaluz en el Parlamento, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, minimizó los datos de la pobreza severa en Andalucía, que situó en unas 29.000 familias (alrededor de 120.000 personas), afirmando que la economía está en condiciones de dar respuestas.

La APDHA, viene denunciando año tras año el principal problema que padece Andalucía, la situación de vulnerabilidad y exclusión social en la que viven, según los datos oficiales, alrededor de 400.000 personas y que contrasta significativamente con la ofrecida por el Sr. Chaves. Esta realidad se intenta invisibilizar, minimizar, como si se sintiera vergüenza del ciudadano y ciudadana que se encuentra en peor situación social.

Todos los días se nos recuerda la segunda modernización de Andalucía con eslóganes como Andalucía imparable, Andalucía al máximo. Sin embargo, se quiere minimizar, por otro lado, la Andalucía del mínimo, la Andalucía empobrecida y excluida. De no tomarse medidas políticas de envergadura en el terreno de lo social, la segunda modernización de Andalucía puede ahondar aún más en la desigualdad social de nuestra tierra, conformada por una sociedad del bienestar social (5.5 millones de personas) y una población empobrecida (2.4 millones de personas), de las cuales 400.000 padecen una grave vulnerabilidad y exclusión social. Esta situación debería tener la máxima prioridad en las agendas políticas, para lo que se hace necesario, en primer lugar, visibilizar y asumir, sin tapujos1 ni enredos de cifras, la cruda realidad de empobrecimiento y exclusión social y, en segundo lugar, desarrollar las medidas políticas necesarias encaminadas a la inclusión social.

El Señor Presidente de la Junta de Andalucía debería tener un conocimiento más exacto de los datos que nos informan de la realidad social andaluza. No se sabe de que fuente se extrae el dato de las 29.000 familias excluidas. No obstante y de ser cierto, ya es lo suficientemente grave, que alrededor de 120.000 personas estén excluidas, como para afrontar esta situación con la máxima prioridad y celeridad posible. Sin embargo, el Sr. Presidente debería repasar los datos y cifras ofrecidos por organismos e instituciones de máximo prestigio andaluz y estatal como son los informes ofrecidos por ECV, FOESSA, INE, IESA. El informe FOESSA de Cáritas del año 1998 nos daba unos datos desalentadores sobre la pobreza en Andalucía, pues el 26.3% de los hogares estaban en esta situación, lo que significaba que casi medio millón de hogares andaluces eran pobres. Un porcentaje sólo rebasado por Extremadura (37.5%), Melilla y Ceuta (32.5%) y Castilla La Mancha (29.1%). A pesar de ello, lo más alarmante es que los últimos datos aportados por el INE en el año 2004 y la estimación del Plan Nacional de Acción por la Inclusión Social del Gobierno de España nos viene a decir que la situación de empobrecimiento social se mantiene después de una década a pesar del intenso crecimiento económico de España y de Andalucía en particular.

Profundizando más en ellos podemos destacar que de los cerca de 8.000.000 millones de andaluces, 2.4 viven bajo el umbral de la pobreza (el 31.1% de la población), de los que 400.000 padecen una grave vulnerabilidad y exclusión social. El IESA ha analizado más profundamente esta realidad detectando 104.644 hogares andaluces que padecen la exclusión social, o sea el 5% de las familias, muy lejos1 del 1% planteado por el Sr. Presidente. Cádiz se lleva el ranking de población excluida con un 9.4%, seguida de Sevilla (6%), Huelva y Málaga (5%), Córdoba y Almería (4%) y Granada que junto a Jaén acumulan un 3.8%.

¿Dónde habitan todas estas personas? Por un lado, las comarcas andaluzas con más del 10% de su población en exclusión social pertenecen principalmente a dos provincias, Cádiz y Sevilla, que se agrupan en comarcas de Campiña (Lora, Écija, Lebrija, Los Palacios, Las Cabezas, Medina Sidonia), las comarcas de Sierra (Pruna, Olvera, Villamartín y Arcos) y las comarcas marítimas (Sanlúcar, El Puerto, Conil, Barbate y Campo de Gibraltar). Les siguen otras que se extienden por una línea marcada por las cordilleras Béticas, desde la sierra de Ronda hasta la sierra de Segura. Por otro lado, en las zonas urbanas la exclusión social adquiere rasgos que la hacen particularmente grave por la concentración de personas excluidas que padecen algunas barriadas y que pueden agrupar centenares e incluso miles de personas en exclusión. Entre ellas podemos destacar La Chana y el Puche en Almería, El trillo y el Cerro del Moro en Cádiz, Cruz Vieja y San Telmo en Jerez, Palmeras y algunas zonas del distrito Sur de Córdoba, Almanjáyar-Cartuja en Granada, Hotel Suárez y la Hispanidad en Huelva, El Valle en Jaén, Los Asperones y La Palmilla en Málaga y El Vacie y Polígono Sur en Sevilla.

El conocimiento exhaustivo de la realidad social nos debe conducir a desvelar y visibilizar la exclusión y a tomar todas las medidas necesarias para erradicarla. Sin embargo, el Sr. Presidente, en su línea de minimizar la exclusión en Andalucía, ofrece a la oposición cinco pactos sobre el agua, la educación, la inmigración, la dependencia y RTVA. Sería lógico, desde un proceder político de justicia y progreso, que dentro de ellos priorizase un pacto para erradicar la exclusión social, que por cierto los grupos parlamentarios de la oposición deberían de exigir.

Sr. Presidente, el 25 de febrero los andaluces estamos llamados a votar el nuevo estatuto, que apuesta más decididamente por la política social. Para que ello no se quede en buenas intenciones, debería asumir que la exclusión social es el principal problema de Andalucía y que para abordarlo hace falta una política social que tenga su traducción en el Parlamento, con la aprobación de la esperada Ley de Inclusión Social, dotada de presupuesto, y en su Ejecutivo, a través de una Consejería de primer nivel que tenga la capacidad de desarrollar los contenidos de dicha Ley.

Por último tenga a bien el reflexionar sobre estos versos de Pablo Neruda: ¿Quiénes son los pobres? No sé, pero son míos.

 

Miguel Santiago Losada
Coordinador del Área de Marginación de la APDHA
Córdoba, 18 de noviembre de 2006

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