2013 ha sido la continuidad de la situación que empezó en el año 2007, es decir, un proceso de empobrecimiento y de inseguridad, por motivos económicos, que viene para quedarse y ante el que las administraciones miran para otro lado, debilitando la función protectora del llamado Estado de Bienestar, con una parte cada vez más significativa de la población que no tiene acceso a los derechos básicos (entre otros: el trabajo, la vivienda, los suministros básicos, alimentación adecuada, etc.)
Llevamos denunciando, desde hace años, la constatación de un hecho cierto: en nuestro modelo social el crecimiento económico no sirvió para fortalecer la necesaria cohesión social y la llamada crisis económica está siendo la excusa perfecta para desmantelar las políticas sociales y encontrarnos cada día con una mayor dificultad, por parte de las personas, para acceder a los derechos básicos.
Nos encontramos con una tasa de paro en Andalucía del 36,37% (EPA 14/10/2013), más de 10 puntos de diferencia con la española (25,98%). Con un desempleo juvenil por encima del 55%. Y con un aumento de la duración del desempleo (en 2012, más del 55% de los desempleados llevaban en esa situación más de un año). Se ha multiplicado por cuatro los hogares en los que todas las personas están sin trabajo (2,5% en el 2007 y 10,5% finales de 2012).
La tasa de pobreza relativa, y por tanto a las puertas de la exclusión social, es del 21%. Y la tasa de pobreza severa casi se ha duplicado, llegando al 3,7% de la población (frente al 2% en 2007). En esto hogares no hay ningún tipo de ingreso: ni del trabajo, ni del desempleo, ni de la Seguridad Social (630.000 hogares en España, 312.000 personas en Andalucía).
La consecuencias de la crisis no están afectando a toda la población por igual, por muchas veces que nos digan esto; la crisis está siendo pagada, principalmente, por las familias con menos ingresos, quedando éstas en una situación de vulnerabilidad total, con sueldos cada vez más raquíticos que no permiten hacer frente, en muchos casos, ni siquiera a la vivienda o los suministros básicos del hogar, y está ahondando más en la situaciones extremas de la población que ya se encontraba en situación de exclusión social.
Para ver el informe completo: https://apdha.org/media/vulneraciones_DDHH_2013.pdf
