Exige a Instituciones Penitenciarias una adecuada climatización y pide la implicación del Ayuntamiento.
Córdoba, 20 de enero de 2017.- En el marco de la pobreza energética, que aún no ha remediado el gobierno central, en el que un 15,8% de hogares andaluces son incapaces de aclimatar su vivienda, sorprende la situación del colectivo de ciudadanos cordobeses privados de libertad, en el que es la propia Administración penitenciaria la que decide voluntariamente imponer un sufrimiento ilegal como es el frío ofreciéndoles exclusivamente mantas. Tratándose de un servicio público residencial debe prestarse al igual que el resto de servicios públicos con las medidas de habitabilidad precisas.
La decisión de no activarla en las celdas de las personas presas (con pequeñas excepciones como enfermería o módulo de aislamiento), y algunas zonas comunes (algunas salas de escuela sí y otras no), se adoptó como medida de ahorro económico y “a costa de la salud de las personas internas”.
No obstante, la misma semana que las Administraciones han vuelto a reponer las 35 horas a sus trabajadores con fundamento en una mejoría de la crisis económica, no se ha hecho lo mismo con el disfrute previo de los presos de calefacción.
Pese a disponer de los sistemas para ello, Instituciones Penitenciarias mantiene esta restricción pese a las temperaturas tan frías, que llegó a alcanzar los 4 grados bajo cero en mitad de la noche. “Tienen que llenar una botella con agua caliente en la cama para conciliar el sueño”, asegura la organización, que tiene previsto interponer una queja ante el Defensor del Pueblo Andaluz y Estatal por una actuación que consideran “inhumana y que lesiona el derecho a la salud de los ciudadanos privados de libertad”.
La organización ha recibido numerosas quejas de los familiares (entre ellos, ancianos y menores) que en las visitas tienen que soportar con indignación bajas temperaturas, cuando las dependencias de funcionarios y abogados se encuentran debidamente acondicionadas.
Existe pues, una triple discriminación: frente a los usuarios de otros servicios públicos residenciales (hospitales, centros de mayores, menores, PSH…) del resto de Administraciones; frente a presos de otras prisiones y comunidades; y frente al personal laboral o terceros como abogados que sí disfrutan legítimamente de la misma en el mismo Centro Penitenciario.
La APDHA critica que Córdoba, junto a algunas otras de Andalucía, es de las pocas prisiones en la que no se respeta la Ley Orgánica General Penitenciaria, que establece el deber de mantener unos niveles óptimos de climatización. Córdoba que cuenta con 1.400 presos, es el segundo centro penitenciario con mayor población del estado, dentro de una comunidad andaluza, que a su vez es la que alberga el mayor número de presos en el territorio nacional (13.775), del total de 59.622 personas.
Exigimos pues que la Administración Penitenciaria ponga en marcha la calefacción en todas las dependencias del centro, y pedimos al Ayuntamiento, con el que nos hemos reunido y presentado escrito al Pleno, que requiera a la Administración central que atienda adecuadamente a los ciudadanos que habitan en dicha localización de Córdoba.
Debe ponerse fin a la evidente discriminación y la lesión del derecho a la integridad física de los ciudadanos privados de libertad. Si convenimos -la Administración también- que para el ciudadano las mantas no son una solución para atajar el frio, para el privado de libertad tampoco lo es.
El Ayuntamiento se quiere sumar a esta denuncia presentada por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, porque entendemos que en pleno siglo XXI en un país que se supone desarrollado como España no se pueden dar circunstancias como esta que atentan contra unos Derechos Humanos básicos, elementales, de las 1.400 personas que están en el Centro Penitenciario de Córdoba. A partir de esta información que nos ha sido facilitada estudiaremos, en base a nuestras competencias, que acciones podemos desarrollar desde el Ayuntamiento para ayudar a revertir esta situación. Por lo que le pedimos al Ministerio que cambie de postura y permita unas condiciones dignas de habitabilidad en las zonas donde se encuentran las personas presas, haciendo uso de la calefacción en el Centro Penitenciario.
- Nota publicada en el blog de Córdoba