Como todos los años, la Feria representa el colofón del mayo festivo de la ciudad, donde cordobeses/as y visitantes disfrutamos de nuestras tradiciones y de la indiscutible belleza y riqueza histórica que atesora Córdoba. Por supuesto que desde la APDHA consideramos imprescindible fomentar esos espacios lúdicos y de convivencia vecinal, que facilitan la cohesión social y la apertura de la ciudad al exterior.
Por lo expuesto, nos parece especialmente necesario que desde los poderes públicos se tomen las medidas oportunas con el objetivo de que en estos contextos celebrativos no haya cabida para cualquier tipo de situación discriminatoria. Desgraciadamente, no han faltado casos de discriminación en las últimas ediciones de la Feria de Córdoba, afectando principalmente a colectivos en riesgo o situación de exclusión social.
Nuestra entidad reclama al Ayuntamiento, tal como venimos haciendo de forma reiterada, que esté especialmente vigilante ante la denegación de acceso a casetas del recinto ferial por motivos étnicos o de “clase social”. En este ámbito se debe dar estricta aplicación a las bases municipales que rigen la adjudicación de las casetas, donde expresamente se prohíbe la figura del “portero” y se establecen reglas específicas sobre los horarios de acceso restringido, usando la potestad sancionadora contra los/as infractores si es preciso.
También remarcamos al consistorio la necesidad de priorizar un tratamiento social antes que policial de las personas en riesgo de exclusión que realizan actividades de venta ambulante informal en la Feria. Entendemos que es imprescindible respetar a los/as vendedores que solicitan los permisos necesarios y abonan las tasas exigidas, pero la realidad es que esa venta informal no representa una competencia real frente a los/as “feriantes regularizados” y que el tratarla exclusivamente desde la perspectiva policial tan sólo consigue ahondar la situación de exclusión que sufren las personas que la ejercen, que provienen de la capas sociales más vulnerables de nuestra sociedad.
Por último, dado que en el Arenal es significativa la presencia de trabajadores/as extranjeros/as que llevan a cabo las citadas actividades de venta ambulante o atienden los servicios de restauración de las casetas, no son ni mucho menos anecdóticas las identificaciones policiales por perfil racial que se dan durante los días de feria. Requerimos a la Subdelegación del Gobierno para que recuerde con énfasis a los responsables del dispositivo de la Policía Nacional que se desplegará en el recinto ferial que ese tipo de prácticas son absolutamente ilegales.
Por todo lo anterior, desde la APDHA instamos tanto a las instituciones públicas como a la ciudadanía cordobesa en general a aunar esfuerzos en el objetivo de conseguir una Feria abierta e integradora, en la que no tengan cabida actitudes o acciones discriminatorias.
Córdoba, 18 de mayo de 2017
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