Una nueva variante del Covid-19, nombrada ómicron, inquieta al mundo desde hace algunos días tras su detección en varios países, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) la calificó como “preocupante”, en razón de los riesgos serios que representaría si las investigaciones de las y los científicos confirman los temores de contagiosidad más alta y de resistencia a la protección de las vacunas que ya existen.
Al mismo tiempo, las cifras de la OMS indican que el 63,9 % de la población de los países de altos ingresos han recibido al menos una dosis de vacuna, mientras que sólo el 7,5 % de los habitantes de los países de bajos ingresos han recibido una. Las zonas del mundo con una cobertura de vacunación más débil son lugares propicios para la aparición de nuevas variantes del Covid-19, potencialmente más peligrosas.
Consideramos en la APDHA que la injusticia de la distribución de las vacunas en el mundo es fruto de las patentes. En efecto, impiden que muchas instalaciones existentes que podrían fabricar dosis de las vacunas lo hagan. La liberación de las patentes permitiría a varios países que produzcan sus propias dosis y, por consiguiente, que tengan un acceso facilitado a la protección que representan las vacunas. Además, los monopolios resultantes de las patentes provocan un aumento de los precios de las dosis, lo que dificulta el pago de vacunas para numerosos países pobres. La suspensión de las normas de propiedad intelectual para las vacunas contra el Covid-19 mejoraría el acceso a la inmunidad para la población de los países de bajos ingresos.
Por eso, denunciamos en la APDHA la irresponsabilidad de ciertos dirigentes de países ricos, y específicamente la de la Comisión Europea, que no apoyan la liberación de las patentes. Frente a esta vulneración del derecho a la salud, la APDHA está implicada en la campaña de la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) Right To Cure – No Profit on Pandemic, que reagrupa más de 375 organizaciones de 21 países y que trata de recoger un millón de firmas de ciudadanas y ciudadanos europeos, para que la Comisión Europea esté obligada a examinar su propuesta legislativa, cuya medida clave es la liberación de las patentes de las vacunas contra el Covid-19.
La realidad actual, con la aparición de la nueva variante ómicron, confirma totalmente lo que sosteníamos con las otras organizaciones de la campaña de la ICE sobre la importancia de un acceso a las vacunas para todas y todos. Una inmunidad más amplia reduciría el riesgo de aparición de variantes más peligrosas del Covid-19.
Así, la APDHA sigue exigiendo, como en la campaña Right To Cure – No Profit on Pandemic:
- La suspensión de las normas de propiedad intelectual para las vacunas contra el Covid-19, a fin de acabar con los monopolios, limitando los lugares de producción de las dosis y aumentando sus precios
- La transparencia de los costes de producción de las vacunas y de los contratos entre autoridades públicas y empresas farmacéuticas
- Precios asequibles para que nadie se lucre con la pandemia y las vacunas
- El respeto del derecho a la salud de todas y todos.