Este jueves 20 de marzo, casi con nocturnidad, ya que llegaron al lugar antes de las 6.00 horas, los obreros acompañados con un amplio despliegue policial, han llevado a cabo una actuación llena de irregularidades y que forma parte de la ejecución de un proyecto que persigue “embellecer” esta zona del casco histórico de Granada a costa de la vida y de los derechos de las personas que allí habitan desde hace tiempo, evidentemente personas con muy bajo poder adquisitivo. El proyecto no es nuevo. Ya en el año 2010 se puso en marcha y entonces actuamos defendiendo a los vecinos y reclamando una estrategia a las administraciones que no solo tuvieran en cuenta cuestiones patrimoniales o estéticas, sino también, y muy especialmente, sociales. Desde entonces, ninguna administración, especialmente el Ayuntamiento, ha actuado de manera integral, ni mucho menos desde el ámbito social, para evitar generar un problema mucho mayor con su actuación. Muy al contrario, después de este periodo, la orden de desalojo se ha basado en la amenaza de ruina de las mencionadas cuevas, informe que aparentemente no cuenta con garantías ya que, entre otras cosas, los propios vecinos afirman que ningún técnico ha entrado en sus viviendas para ver cuál era el estado de las mismas.
La excusa, como decimos, es la amenaza de ruina y, sobre todo, la necesidad de embellecer una zona histórica de Granada donde, al parecer, estos vecinos estorban y afean. El proyecto contempla la destrucción y el tapiado de al menos 54 cuevas, y afecta a unas cien personas en pleno invierno. En el contexto actual de crisis-estafa económica, el Ayuntamiento, como administración pública, lejos de ayudar a solucionar el problema de la vivienda en nuestra tierra viene a agravarlo con una actuación claramente antisocial e insolidaria, que refleja bien a las claras las prioridades de la corporación municipal y el papel que desempeñan los ciudadanos, especialmente los más desfavorecidos.
Denunciamos la actuación insensible del ayuntamiento de Granada, contraria a los derechos más elementales así como el no haber ofrecido alguna alternativa a estas personas disponiendo, como dispone la Empresa Municipal de Vivienda, de una gran cantidad de viviendas vacías. Reivindicamos desde aquí como prioritaria, y más en los tiempos en que nos encontramos, la función social de la vivienda. No podemos aceptar que existan tantas viviendas públicas vacías y a la vez tantas personas a las que se obliga a vivir en la calle, e inclusive se les echa a la misma, derrumbando los habitáculos que con tanta dificultad y trabajo han ido consiguiendo.
Granada, 20 de marzo de 2014