La invasión de Ucrania por parte de Rusia, que comenzó el pasado 24 de febrero, no solo ha sido una acción que vulnera el derecho internacional, sino que ha provocado una guerra y una gravísima crisis humanitaria tanto de víctimas directas como de personas desplazadas y destrucción.
Es cierto que la política desarrollada en los años previos por parte de la OTAN no contribuyó en ningún caso a establecer las bases para un marco de paz y seguridad en el conjunto de Europa, incluida Rusia. Ello podría permitirnos entender el contexto en el que Rusia tomó su decisión de guerra. Pero eso no justifica en ningún caso que sea admisible la invasión de Ucrania, que ha provocado, como decimos, consecuencias tan nefastas de militarización en Europa, de muerte y destrucción y un éxodo de millones de personas.
Transcurridos casi nueve meses de guerra sin que se contemple ningún horizonte que nos permita albergar esperanzas de resolución del conflicto a corto plazo, la APDHA sigue haciendo una apuesta decidida por la paz. Nuestro primer compromiso es la solidaridad con los pueblos que sufren las consecuencias de la guerra y en particular con el agredido pueblo de Ucrania.
Como parte del movimiento pacifista, hemos de luchar prioritariamente para parar esta guerra cruel y destructiva, que se ha convertido en parte de un tablero en la estrategia geopolítica por el control de las energías y por la hegemonía global de las grandes potencias.
Por eso pedimos a la comunidad internacional, empezando por la ONU, que se impliquen decididamente para lograr un alto el fuego y la apertura de negociaciones de paz entre las partes. Y en contraposición a la lucha por la hegemonía de las grandes potencias, creemos imprescindible avanzar en el reconocimiento de un marco de paz y seguridad para toda Europa, incluidas Ucrania y la Federación Rusa.
En este sentido, creemos que el Gobierno español debe liderar de forma proactiva en Europa esa exigencia de negociación a las partes. Europa y España no pueden ser una simple correa de transmisión de la OTAN.
Denunciamos el belicismo y militarismo de todas las partes implicadas en esta guerra. El movimiento por la paz no puede, sin perder su esencia, mantener una actitud de tolerancia o complacencia sobre el papel y la responsabilidad de Putin y el Gobierno ruso. Ni tampoco puede, en ningún caso, dejar de denunciar el papel que está jugando la OTAN y Europa en el mantenimiento y perpetuación del conflicto.
También debemos señalar la creciente militarización y el belicismo. Y no podemos ser cómplices del aumento desorbitado de los presupuestos militares, tanto en España como en el resto de los países europeos.
Nos preocupa en particular el peligro de que nos arrastren a una guerra nuclear, que podría llevar a una destrucción planetaria sin precedentes, por lo que llamamos a la ciudadanía a activarse ante esta amenaza.
La APDHA apuesta por la paz, denuncia el militarismo y el belicismo, forma parte activa del movimiento pacifista y llama a la ciudadanía a responsabilizarse y movilizarse presionando a nuestros gobiernos y exigiendo que se pare esta guerra.
