Andalucía, 18 de agosto de 2017.
Desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), lamentamos y reprobamos los atentados terroristas cometidos en Catalunya en las últimas horas.
El horror desatado nos ha conmocionado profundamente, el dolor de las víctimas y sus familiares no nos resulta ajeno y queremos expresar rotundamente nuestra solidaridad. Nuestras más sinceras condolencias a las familias de las personas a las que se les ha arrebatado la vida de forma terrible en estos atentados.
Atentar en una ciudad como Barcelona, crisol de culturas, espacio de libertad y de encuentro, nos parece un acto execrable, un golpe de la sinrazón del extremismo yihadista. Reiteramos una vez más nuestro rechazo, sin matices, a la utilización de la violencia como herramienta para la consecución de cualquier objetivo político.
Recordamos también a las víctimas y familiares de Afganistán, Camerún, Egipto, Filipinas, India, Iraq, Kenya, Nigeria, Pakistán, Siria, Somalia, Yemen, Burkina Faso, Tailandia, Mali, Arabia Saudí, Myanmar y Libia, países que también durante este mes de agosto han sufrido ataques terroristas. Somos conscientes de que el 87% de atentados yihadistas, desde el año 2000, se han producido en países de mayoría musulmana y que, en la mayoría de los casos, están invisibilizados.
La persistencia y continuo ascenso de grupos terroristas es un gran problema de nuestro tiempo, pero consideramos que ciertas políticas y estrategias de nuestros gobernantes, como la venta internacional de armas o el apoyo a ciertos gobiernos, no aportan nada a la solución y refuerzan la situación en la que nos encontramos.
Además, unas políticas basadas en la fortificación y securitización de fronteras, unidas a la restricción de derechos de las personas migrantes y refugiadas, no generan seguridad y, mucho menos, justicia. Al contrario, observamos cómo el discurso de odio y culpabilización nuevamente se dirige a personas que nada tienen que ver con el terrorismo y que, precisamente, reclaman protección huyendo de estas mismas amenazas en sus países origen. También es preocupante la islamofobia creciente, como respuesta a acciones que proceden de grupos que no representan a una confesión religiosa, y que promueven el terror como estrategia de dominación y relevancia política. Precisamente, el rechazo a las personas musulmanas es un caldo de cultivo que alimenta la violencia, castiga a inocentes y aleja a la sociedad de la convivencia real que existe en los espacios interculturales.
La APDHA vuelve a reivindicar la necesidad de acoger a personas migrantes y refugiadas y a luchar contra la islamofobia y xenofobia. Estamos convencidas/os que el fin a la violencia se logrará gracias a la solidaridad y a la justicia. También exhortamos a los medios de comunicación y a los representantes políticos a que realicen declaraciones responsables y a que construyan puentes, no que los destruyan y creen más brechas en la ciudadanía.
En el atentado de ayer, la reacción solidaria de la ciudadanía presente en la zona de los hechos fue ejemplar: colaboración con las personas heridas y con las visitantes, ofreciendo transporte y alojamiento gratuito, apoyando a las fuerzas de seguridad, traduciendo en hospitales, donando sangre, etc… Se trata de una muestra de que la realidad no se mide por las acciones del terror, sino por los gestos de las personas comprometidas con la solidaridad, el respeto y la empatía.
Es momento de destacar la solidaridad que nos une y reaccionar frente a la barbarie, no de promover ideas de odio.
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