Las administraciones competentes deben dar absoluta prioridad a la solución de los graves problemas de vivienda en Cádiz, porque la situación actual no admite más dilaciones. Pero en la práctica han renunciado a ello.
Una situación insostenible
Los índices de pobreza y exclusión social en la ciudad de Cádiz son los más elevados de todas las capitales andaluzas. Evidentemente es el grave problema del paro estructural en nuestra ciudad el que está principalmente en el origen de la pobreza y la exclusión hiriente que sufre la población gaditana y que denuncian informe tras informe, notica tras noticia, todas las Asociaciones de la capital relacionadas con la atención y el socorro a las personas más desfavorecidas.
Quizás uno de los problemas más graves de exclusión se relaciona con la vivienda en Cádiz, que ha llegado a niveles de verdadera “emergencia habitacional”. Recurrentemente esta emergencia salta a los medios de comunicación rompiendo la capa de silencio con la que los responsables de que esto ocurra intentan ocultarla.
En las últimas semanas ha vuelto a adquirir relieve la ocupación de pisos vacíos del Ayuntamiento por gente sin recursos y en ocasiones desesperada, precisamente por la falta de viviendas sociales en alquiler a precios asequibles, y los incidentes provocados en el pleno municipal por algunas de sus protagonistas. Miles de ciudadanos han visto directamente en los medios de comunicación, las condiciones infrahumanas de las llamadas infraviviendas y han escuchado directamente a los afectados en las entrevistas publicadas. Las informaciones sobre el aumento de los desahucios tanto sociales como hipotecarios son estremecedoras. Del mismo modo hay que referirse a la falta de recursos para las personas sin techo y sin hogar. Decenas de colectivos gaditanos han respaldado la reivindicación de los suministros básicos como un derecho y el cese inmediato del corte del agua y la luz a personas con dificultades…
De forma reiterada, no sólo la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) sino muchas organizaciones, especialmente la Plataforma por el Derecho a una Vivienda Digna de Cádiz, han venido expresando indignados de una u otra forma que esta situación no pude continuar. Y lo hemos hecho en manifestaciones públicas, en los plenos municipales, en los medios de comunicación o directamente a los responsables de las diferentes administraciones y empresas implicadas, en los casos en que se han dignado cumplir con su obligación como servidores públicos pagados por todos los ciudadanos.
Las administraciones abdican de su deber para hacer afectivo el derecho a una vivienda digna
La APDHA cree que las administraciones competentes (la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Cádiz) deben dar absoluta prioridad a la solución de los graves problemas de vivienda en Cádiz, que ya no admiten más dilaciones. Pero tenemos la sensación, a la luz de las respuestas recibidas hasta el momento, de que, en la práctica, han renunciado a abordar este enorme problema de una parte nada despreciable de la ciudadanía gaditana.
En algunos casos se ha tratado simplemente de pasar la pelota de una administración a traen la eterna confrontación política que a los ciudadanos ya nos aburre y hastía. En no pocas ocasiones acompañadas de teatro mediático e incluso lamentables descalificaciones hacia los colectivos sociales que sólo tienen como interés la defensa de los sectores más desfavorecidos, demostrando no poca incapacidad para admitir y reconocer la realidad y para encajar las críticas a su gestión.
En otros casos el recurso es, tanto en una administración como en otra, acudir a la excusa de la crisis y la falta de presupuestos. Siendo conscientes de las actuales dificultades generadas por las políticas austericidas impulsadas por nuestro gobierno y por la Unión Europea, sin embargo es evidente que siempre hay prioridades. Y para nosotros las prioridades son las personas y sus derechos. Los derechos humanos de nuestra gente, de la gente más pobre y excluida. Derechos que no pueden postergarse para tanto gasto inútil o no prioritario en estos momentos. Y los ejemplos podrían multiplicarse porque están en la mente de todos.
Pero lo peor de todo es cuando se intenta justificar la pasividad y la incapacidad para afrontar el tema de la vivienda en Cádiz anunciando medidas y actuaciones que si no estuviéramos hablando de un tema tan grave, causarían risa
La Junta, por ejemplo, propone públicamente [1] “dar un vuelco a su plan de vivienda en la ciudad…… y va a dar una vuelta de tuerca a su política… superando el concepto de vivienda como residencia familiar e incluyendo la convivencia, el mantenimiento y la relación con la comunidad.” Si hemos entendido bien ¡la vuelta de tuerca es fomentar la convivencia y el entendimiento! ¿Fomentar la convivencia y el entendimiento cuando miles de familias no pueden pagar el agua y la luz? ¿Cuándo cientos de familias viven en infraviviendas? ¿Cuándo la gestión del parque público de la Junta deja tanto que desear?
El Ayuntamiento no se queda atrás y elucubra a bombo y platillo [2] sobre “edificios que ha ido comprando para su rehabilitación… destinados en buena parte al Plan Joven de Vivienda”. Palabras huecas, altisonantes, vacías de contenidos concretos. ¿Cuáles edificios? ¿Cuantos están en rehabilitación? ¿Qué Plan Joven de Vivienda? ¿Cuál es el estudio municipal actualizado de la incidencia de la infravivienda?
Ciertamente hay algunos pasos positivos, como el adoptado por el Pleno Municipal del pasado 4 de abril para que las ayudas al alquiler sean avaladas por el Ayuntamiento o pagadas directamente a los propietarios. Habría que profundizar en claridad y transparencia y en mecanismos regulados y claros en estas Ayudas de Emergencia. Pero aun así… ¡Es tan poco! ¡Es como una tirita en la grave herida del sufrimiento y la indignidad en el trato institucional!
¿Cuál es la respuesta “concreta” de las administraciones a la demanda de casi cinco mil personas que necesitan vivienda en Cádiz? ¿Cuál es la respuesta “concreta” de las administraciones a la existencia de casi 7.000 viviendas vacías que registra el INE en Cádiz?
Y si nos referimos a los suministros básicos, que también son un derecho y sin los cuales la vivienda no es una vivienda sino simplemente un techo, las administraciones, aparte de hablar una y otra vez de millones destinados a ayudas, particularmente el ayuntamiento (“la única administración que ayuda a familias necesitadas” [3]), no quieren comprender que es una indignidad que la gente tenga que ir mendigando de una ventanilla a otra una ayuda “por favor” para pagar el alquiler, el agua o la luz. Que se trata de un derecho y que como tal debe estar reglado, ser público y accesible a quienes lo necesiten. Y, sobre todo, que tienen que participar con sus beneficios empresas como Aguas de Cádiz y Eléctrica de Cádiz, que son mayoritariamente de los gaditanos (y no de los políticos de turno).
Para las organizaciones sociales ya no es posible esperar más. Ni las organizaciones ni muchos ciudadanos desesperados pueden seguir escuchando milongas, porque se trata de que en Cádiz, como decíamos, nos encontramos en una auténtica “emergencia habitacional”
El derecho a la vivienda digna debe ser una prioridad sin más discurso hueco
Desde la APDHA creemos imprescindible que se asuma el reto de la vivienda en Cádiz como una prioridad, porque es uno de los factores más graves de exclusión que padece nuestro pueblo.
Sería imprescindible un acuerdo entre Junta y Ayuntamiento para abordar ese reto. Pero no un acuerdo para tapar las respectivas miserias e inacciones, sino para, de forma concreta, con plazos, con asunción y determinación de responsabilidades compartidas, abordar cada uno de los problemas más sangrantes, más indignos y que violan más gravemente los derechos de las personas.
– ¿Cómo se va a solucionar la situación de indignidad de la infravivienda en el casco antiguo que no admite demora? ¿Cuáles planes concretos? ¿Cuáles actuaciones? ¿Cuáles presupuestos?
– ¿Cómo se va a solucionar de forma inmediata la situación las viviendas apuntaladas en las que muchas familias malviven con el miedo diario de que se le caiga la casa encima?
– ¿Por qué el Ayuntamiento no cumple su obligación de exigir a los propietarios de fincas en alquiler que realicen las obras necesarias para dotar a las edificaciones de seguridad y de las instalaciones y servicios necesarios para conseguir plenas condiciones habitabilidad, actuando subsidiariamente como prevé la legislación?
– ¿Qué proyectos “concretos” existen para rehabilitar fincas propiedad de la Junta y del Ayuntamiento? ¿Qué uso se va a dar a los muchos solares vacíos, muchos de ellos auténticos basureros también de su propiedad?
– ¿Por qué no empezar esos acuerdos con la puesta en marcha de la segunda fase del Matadero que solucionaría el problema a 110 familias?
– ¿Por qué no se reabre la clausurada Oficina de Rehabilitación del Casco Histórico conservando la configuración multidisciplinar y con la colaboración de ambas administraciones, que sirva de referencia donde los ciudadanos (propietarios o inquilinos) puedan demandar soluciones individualizadas?
– ¿Por qué hay viviendas vacías propiedad de la Junta o del Ayuntamiento? ¿Por qué no resulta más transparente la gestión del parque público de ambas administraciones? ¿por qué hay siempre dudas a veces públicas sobre la transparencia en la adjudicación de viviendas?
– ¿Por qué se ningunea sistemáticamente a las organizaciones sociales, no se tienen en cuenta sus propuestas y se coarta la participación ciudadana recogida en la Constitución?
En definitiva, si en Cádiz existe una situación de emergencia social en el tema de la vivienda (incluyendo la cuestión de los suministros básicos) que afecta posiblemente ya a miles de familias ¿por qué Junta y Ayuntamiento no son capaces de ponerse al servicio de la sociedad, y establecen, con la participación de los colectivos sociales, un plan claro y preciso que contenga actuaciones concretas, plazos y dotaciones presupuestarias para acabar con esta situación?
Sres. políticos, déjense de discursos vacíos y promesas de humo que ya no engañan a nadie y comprométanse de una vez por todas a dar solución a los más castigados de nuestros conciudadanos que es para lo que han sido elegidos.
Cádiz, 9 de abril de 2014
[1] Ver Diario de Cádiz de 30 de marzo 2014
[2] Ver también Diario de Cádiz 30 marzo 2014
[3] Ver de nuevo Diario de Cádiz de 45 de abril de 2015