Diego Boza. Delegado de la APDHA en Cádiz. El pasado sábado se celebró el Festival Stop Racismo. Era el vigésimo aniversario de esta tradicional cita que organizamos desde la APDHA en Cádiz con todo el cariño y toda la dedicación que podemos. Ciertamente, el balance fue muy positivo. Casi 500 personas acudieron a nuestra llamada contra la xenofobia y el racismo, para escuchar buena música y disfrutar de un rato entre amigos. Porque la alegría no está reñida con el activismo.
Con todo, algunos de los hechos más destacables de este Festival se produjeron antes. Por una parte, la posibilidad de que el alcalde de Cádiz acudiera al Stop Racismo. Por otra que las pantallas LED repartidas por Cádiz anunciaran el Festival.
Por supuesto, la visita del alcalde, que finalmente no se produjo por lo que nos transmitió sus disculpas, nos habría enorgullecido. Habría supuesto un reconocimiento a la labor que desarrollamos desde la APDHA. De hecho, acudieron algunos concejales de su formación que, por otra parte, casi todos los años han estado con nosotros, antes cuando no tenían responsabilidades políticas y ahora. Lo mismo ocurre con la difusión municipal a través de las pantallas. Como organización nos alegra que el Ayuntamiento de Cádiz tenga ese detalle con nosotros. Sin embargo, ello no puede llevar a malos entendidos.
La APDHA es una organización apolítica (en el sentido de que no tiene ningún compromiso partidista) que se sitúa en la primera línea de la defensa de los Derechos Humanos. Entre nuestros socios hay votantes de casi todos los partidos y nuestra actividad en la Bahía de Cádiz se desarrolla en diversos municipios con gobiernos municipales de diverso color. Es cierto que Por Cádiz sí se Puede nos ha oído siempre que se lo hemos pedido y nos ha brindado su apoyo. Pero eso no quiere decir que nuestra organización vaya a cambiar su forma de actuar. Seguirá exigiendo el cumplimiento de los Derechos Humanos allá donde en esta zona actuamos, tanto en Cádiz, como en San Fernando, Conil, Medina, El Puerto de Santa María, Puerto Real o Chiclana. En este último caso nos alegramos de que no siga como máximo representante del pueblo chiclanero alguien que emitió comentarios xenófobos contra un compañero de la APDHA. Pero más allá, trataremos de, en la medida de nuestras posibilidades, continuar la lucha por los más desfavorecidos reclamando el respeto por los Derechos Humanos.
La nueva situación nos va a exigir nuevos compromisos pero, sobre todo, pone en evidencia lo que ocurría con anterioridad. Lo que se destaca es que resultase imposible que la máxima representante del municipio de Cádiz pudiera acudir a un acto como el Stop Racismo. O que en las pantallas, que debieran ser de información ciudadana, se emitiera únicamente información partidista. Esperemos que, por ejemplo, la conquista de las pantallas sirva para las demás organizaciones del tejido social de Cádiz encuentren eco en su difusión. Y que el respeto que el alcalde y los concejales de Por Cádiz sí se Puede nos han mostrado hasta ahora se mantenga cuando tengamos que ser críticos con ellos. Porque es seguro que lo seremos