- El Área de Solidaridad Internacional de la APDHA denuncia que el aumento del gasto militar supone una grave amenaza para el futuro de nuestro planeta
- En 2023 el gasto militar a escala global aumentó por noveno año consecutivo hasta alcanzar los 2,44 billones de dólares
Andalucía, 30 de abril de 2024. El Área de Solidaridad Internacional de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía se une a la Campaña Internacional contra los Gastos Militares, convencida de que el gasto público y privado invertido en armamento, mantenimiento de fuerzas armadas y securitización de las fronteras está provocando una intensificación y recrudecimiento de los conflictos bélicos, provocando la muerte de pueblos enteros y está vinculado directamente con la desertización de la tierra, con una mayor contaminación ecológica y con la extinción de otras especies de nuestro planeta.
La defensa de los derechos humanos colisiona directamente con tales inversiones económicas en armamento. Por ello, reclamamos la necesidad de concienciar y concienciarnos sobre la situación que actualmente estamos viviendo a una escala global, porque prepararse para la guerra es contribuir directamente a la destrucción de la Humanidad y del planeta.
En este sentido, os compartimos algunas de las reflexiones que contiene la declaración del GDAM 24 -Días de Acción Mundial contra los Gastos Militares- para continuar con esta campaña que empezó el pasado12 de abril y que se prolongará hasta el próximo 15 de mayo:
“El gasto militar no solo alimenta guerras y conflictos armados en todo el mundo, sino que también detrae recursos que podrían dedicarse a abordar el cambio climático, invertir en justicia global (incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU) y promover la transformación pacífica de conflictos y el desarme. Los ejércitos se encuentran entre los mayores consumidores de combustible del mundo, representando el 5,5% de las emisiones globales, mientras que el uso de productos químicos contamina la tierra alrededor de las bases militares, envenenándola durante generaciones. El uso continuado de minas y municiones de racimo, así como de armamento convencional, deja la tierra inhabitable durante generaciones.
El coste de oportunidad de mantener un gasto militar así, nos está costando, literalmente, un mundo.”
