La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha condenado el asesinato de Chokri Belaid y transmitido a su familia, y amigos su más sentido pésame. Era el más carismático de los dirigentes de izquierda tunecinos. Su voz grave y pausada y sus afirmaciones claras y sin ambages gustaban a la gente. Pero Chokri Belaid era también y fundamentalmente un abogado comprometido durante los últimos veinte años de su vida en la defensa de los Derechos Humanos.
Nació en una barriada obrera de Túnez. Estudió derecho en universidades de Bagdad y de París. Fue dirigente estudiantil de la Unión General de Estudiantes de Túnez.
Se había significado en la defensa de numerosos presos políticos durante los «años de plomo» del régimen de Ben Ali. Fue él mismo encarcelado en numerosas ocasiones. La primera vez, cuando tenía sólo 22 años, en 1987. Formó parte del grupo de abogados para la defensa de Saddam Hussein. También formaba parte del comité de lucha contra la normalización de relaciones con Israel. Defendió a los mineros huelguistas de la cuenca minera de Gafsa en 2008, huelga que fue premonitoria de las grandes manifestaciones que derribaron en 2011 el régimen de Ben Ali.
Como afirmaba Zohra Abid, la redactora jefa de la web informativa Kapitalis, su antigua compañera de estudios, “a Chokri Belaid le preocupaban los marginados, los pobres y luchaba con todas sus fuerzas por la justicia, la libertad y contra la intolerancia que practican los islamistas”.
Tenía 48 años en el momento de ser asesinado. Su asesinato, odioso e intolerable, se ha producido en un clima de intimidación y violencia crecientes contra los demócratas tunecinos. Clima promovido desde medios gubernamentales y religiosos.
Desde que el ministro del interior, Ali Laraydh, lo señalara como instigador de las manifestaciones del pasado Noviembre en la ciudad de Siliana, reprimidas por la policía con fuego real, las amenazas de muerte iban en aumento en medio de una atmósfera social muy degradada y realimentada desde los púlpitos y desde numerosas páginas facebook.
Chokri Belaid había promovido desde agosto pasado un «Frente Popular», una alternativa electoral a la coalición en el poder, integrada por partidos y personalidades tunecinas de izquierdas.
Pero desvelar las motivaciones del crimen no basta. Nuestra asociación quiere hacer una llamada a las conciencias de la ciudadanía de nuestro país para que no acepte en ningún caso como normales los «asesinatos selectivos», las «ejecuciones extrajudiciales», los asesinatos encubiertos de oponentes políticos, como llaman en los países donde estas prácticas son habituales. Que nos indignemos. Que nos revolvamos de indignación. Que rechacemos los «escuadrones de la muerte» como instrumento político, y los «aviones no tripulados» de las que se ufanan abiertamente las actuales potencias militares y cuyas misiones son equiparables a «ejecuciones extrajudiciales» por mucho que se les quiera dar una apariencia de legalidad. Rehuir de la «banalización del mal», de ese cáncer que corroe en nuestros días las conciencias europeas.
Queremos también mantener la esperanza, al lado del pueblo tunecino, de que su revolución pueda culminar pese a todos los infames intereses que la obstaculizan, en una sociedad plenamente democrática y basada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La participación de la APDHA en el Foro Social Mundial que se celebrará en Túnez del 26 al 30 del próximo mes de marzo tiene entre otros objetivos manifestar ese apoyo y solidaridad con el pueblo tunecino.
Andalucía, 11 de febrero de 2013