La AEDH se dirige a los ministros de Justicia y del Interior de los estados miembros de la UE, reunidos el 9 de octubre en el Consejo de la UE en Luxemburgo.
Los muertos en el mar Mediterráneo son cosa de toda Europa y resultado de una política nefasta
La situación de los inmigrantes y refugiados en la cuenca Mediterránea es dramática y la cuenta de los náufragos, cuyo número aumenta cada día, está ahí para demostrarlo.
¿Necesitamos tragedias más terribles para sacudir nuestras conciencias, mientras los dramas ocurridos en el mar Mediterráneo, repetidos día tras día, dejan de ser dignos de contar y acaban desapareciendo de los medios de comunicación?
Una mala política
La AEDH considera que la prioridad dada a la protección de las fronteras, en vez de la de los inmigrantes, es la causante de las muertes. ¿Debemos recordar que los únicos resultado de los muros y las alambradas son el aumento del riesgo que corren las personas y el precio de los pasadores. Porque, entre tanto, miles de personas siguen sufriendo y muriendo en las fronteras de una Europea convertida en fortaleza.
Las razones de la inmigración
Pocos inmigrantes abandonan su país y sus familias por gusto. Para gran mayoría, son situaciones extremas e inhumanas las que les obligan a salir de su país y arriesgar su vida en el mar. Y son muchos los que pierden la vida allí. La EU ha de crear las condiciones políticas e implantar las medidas adecuadas que pongan fin a estas situaciones inhumanas para no ser considerado responsable.
La política europea debe cambiar
La AEDH recuerda a los Ministros de los Estados Miembros y a la Comisión europea reunidos hoy, 9 de octubre de 2014 en el Consejo en Luxemburgo, que frente al auge dramático de la situación de los inmigrantes a lo largo de toda Europa, la ausencia de una política concertada de acogida es flagrante.
Según el artículo 2 de la Carta europea de los derechos fundamentales de la EU “toda persona tiene derecho a la vida”. En consecuencia, no es suficiente que nuestros dirigentes expresen una y otra vez su pesar, que denuncien a las mafias que ayudan a los que intentan cruzar las fronteras, que se inclinen ante centenares de ataúdes y que finjan compartir el dolor provocado por estas situaciones dramáticas.
¡Sí, debemos actuar! ¡Y debemos hacerlo ya!
- Por una política de inmigración coherente y concertada que tenga en cuenta los intereses respectivos y comunes de los inmigrantes y de las poblaciones de los países de acogida.
- Por una responsabilidad compartida en la acogida de los refugiados en los Estados miembros de la UE, con normas y prácticas claras y bien definidas.
- Por la afirmación de los principios de la UE, que deben recordarnos que los inmigrantes tienen derechos.
- Para mostrar que las declaraciones xenófobas y los actos racistas cometidos por grupos de extrema derecha conducen a un callejón sin salida lleno de odio.
- Por la implementación de una ciudadanía europea de residencia que permita la participación de todos en la vida del país de acogida.
- Para que existan acuerdos entre los países de origen y de acogida para que se respeten los derechos de todas las personas a vivir de manera digna, decente y en seguridad.
¡El Mediterráneo es cosa de los 28 estados miembros!
La mejora de las condiciones de la vida de los ciudadanos de la UE no tiene futuro si se hace en detrimento de los inmigrantes que vienen, viven y trabajan en los países de acogida. Es una mentira decir que el precio a pagar para la seguridad de los unos es la exclusión de los otros.
Bruselas, el 8 de octubre de 2014