Las políticas frente a las crisis desarrolladas por el gobierno están teniendo en Cádiz un impacto devastador. Porque están acabando con el resto del tejido industrial y están cercenando cualquier proyecto de futuro en la provincia. Una tasa de paro insoportable superior al 41%, un porcentaje de desempleados sin prestación alguna que supera el 50% y una incidencia entre la juventud demoledora, no pueden sino tener como consecuencia que nuestra provincia encabece las cifras de pobreza y exclusión a nivel nacional.
Cuando desde la APDHA denunciamos que el número de personas situadas por debajo del umbral de la pobreza de ha multiplicado por dos en los últimos cinco años y que alcanza ya a casi el 45% de la población, estamos señalando un drama social de dimensiones terribles. Pero que tiene rostros concretos y que se refleja en el incremento de las demandas a los servicios sociales de los ayuntamientos que cada vez tienen menos recursos y capacidad de respuesta, en la atención de asociaciones asistenciales, en el Banco de Alimentos, desbordado porque tiene que atender a decenas de miles de familias.
No describimos la situación en un campo de refugiados en África. Estamos hablando de Cádiz, de nuestra provincia. Hablamos de la frontera cada vez más difusa y permeable entre ser pobre y no serlo, en la existencia de un número creciente de “trabajadores pobres”, por la precariedad y los bajos1 salarios…
A ello añadamos que un importante porcentaje de la población, alcanza niveles de pobreza absoluta, o de absoluta exclusión. Según los datos de la APDHA esta situación alcanza casi el 20% de la población, dos de cada diez personas en la provincia de Cádiz vive en situación de riesgo social, se puede considerar altamente vulnerable y padece sin duda la exclusión social.
Lo que sucede en nuestra provincia se puede decir que tiene causas complejas e incluso anclaje histórico. Pero en todo caso podemos afirmar que las políticas ante la crisis, se han convertido en los principales motores de la pobreza y la exclusión social en nuestra provincia.
Porque esas políticas se han situado al servicio de los poderosos sectores financieros más especulativos, han alimentado la corrupción, adoran al dios mercado y se inclinan servilmente a los dictados de intereses especulativos y a los dictados de la llamada troika que están hundiendo a toda nuestra sociedad. Y las personas no tienen -no tenemos- en ellas ninguna prioridad, antes hay que rescatar y salvar a la banca que nos llevó al desastre.
De ahí, que la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, venga apoyando, en la medida de sus modestas posibilidades, todas las movilizaciones que se dirigen contra esta situación y contra los causantes de la misma.
En este sentido no podemos sino dar nuestro respaldo a la MARCHA POR EL EMPLEO organizada por diversos colectivos sociales de personas desempleadas en varias localidades y que ha sido además sustentada por varias organizaciones sociales y sindicales. Y que se desarrollará los días 27, 28 y 29 de junio en la Bahía de Cádiz.
Cádiz, 25 de junio de 2013