¿Cuándo la Unión Europea reconocerá su responsabilidad en el drama de Lampedusa?

¡Nosotros, ciudadanos europeos agrupados en el seno de la AEDH no queremos sentir vergüenza de los Estados miembros de la UE!

Al abrigo de sus fronteras, estréchamente vigiladas por  FRONTEX, detrás de los muros erigidos en la frontera greco-turca, protegidos por los muros de  Ceuta y Melilla, los europeos lamentan la suerte de centenares de africanos que acaban de encontrar la muerte en Lampedusa.

Una vez más deploran el hecho que niños, mujeres y hombres, movidos por el miedo a la guerra, o por la miseria, que habían creído posible alcanzar un mundo mejor. !Como si este lamentable suceso fuera el primero! !Como si no supiéramos que el Mediterráneo y el Atlántico se han convertido en dos decénios en cementerio de millares de emigrantes!

Una vez más,  denunciamos a los contrabandistas . Mientras que la política de seguridad europea le hace la cama a los especuladores de la miseria, ya que a cada nuevo obstáculo que se erige en el camino del exilio, los precios aumentan con mayores peligros.

Una vez más, afligida, la Comisión Europea ha pedido a los Estados miembros a que muestren un poco más de la solidaridad con los países que experimentan «una afluencia creciente de refugiados», en este caso Italia, pero también Malta o Grecia. !Como si el drama de Lampedusa fuera el de los italianos!

Al hacerlo, omite que en junio pasado, la Unión Europea tuvo la oportunidad de cambiar la norma que impone a los países con  fronteras exteriores la carga de examinar las solicitudes de asilo. Los Estados miembros se oponen a la modificación del Reglamento de Dublín, se contentan con simples ajustes de  procedimiento. Peor aún, han legitimado exprésamente la detención de solicitantes de asilo, lo que viola uno de los principios básicos que  han suscrito a través de convenciones internacionales.

Son estas mismas normas europeas las que limitan las vías de acceso a la inmigración legal y a la llegada de demandantes de asilo en todo en territorio de la UE; es el reforzamiento de los controles en las fronteras y las patrullas de disuación en el mar internacional las que empujan a que se tomen las rutas marítimas, con un mayor riesgo, para alcanzar la frontera más próxima.

Pero, si no son «solidarios» para acoger a los refugiados apostamos que, ante la pesadilla  imaginaria de ver sus costas invadidas por «hordas» de exiliados, los líderes europeos sabrán encontrar un espíritu de «solidaridad» para aumentar y fortalecer los medios de seguridad en la periferia geográfica de “el dorado” que forman los 28 Estados miembros. A las patrullas marítimas o aéreas se van a añadir aviones no tripulados para vigilar las aguas internacionales. El nuevo sistema EUROSUR permitirá identificar mejor a los pequeños barcos, se nos dice; sin duda antes que para ayudar a los migrantes en dificultades será para devolverlos a sus costas de salida [1]. En cuanto a Frontex, sus medios serán una vez más aumentados, pero no para permitirle asegurar una función de salvamento en el mar…

¿No es suficiente? Entonces, habrá que impedir a los emigrantes partir, abandonar los campos donde están encerrados, junto a los campos de batalla, de atravesar Africa de lado a lado, de Sur a Norte, de Este a Oeste, en busca de un futuro. Para ello, la UE pretende proponer a países terceros, especialmente aquellos del Sur y del Este del Mediterráneo «las asociaciones por la movilidad» y establecer acuerdos de readmisión.   !Así estos países serán los nuevos guarda-frontera de Europa!

¡Ya está bien! Nosotros, ciudadanos europeos, agrupados en el seno de la AEDH, nosotros no queremos avergonzarnos de los Estados miembros de la Unión Europea!

Pedimos a los Estados miembros que encuentren el sentido de las palabras solidaridad y  humanidad, para que la UE recupere el lugar que no hubiera debido abandonar jamás en el concierto de las naciones, para la promoción de las libertades, por el respeto de los derechos, para la acogida de los refugiados.

Pedimos que todos los países europeos tomen parte en la acogida de demandantes de asilo. Para ello, el reglamento Dublín debe ser abolido y se deben adoptar nuevas reglas para implicar al conjunto de Estados en apoyo de demandantes de asilo, cualquiera que sea su lugar de llegada a Europa.

En este sentido y en perspectiva de las próximas elecciones europeas, pedimos que las questiones de la migración y del asilo sean colocadas en el centro de debates.

Mientras tanto, pedimos que las medidas adoptadas por la UE para protegerse sean puestas al servicio de la asistencia a los migrantes a fin de que recuperen su dignidad y sus derechos en nuestras fronteras y que ellos puedan alcanzarlas con seguridad .

Apelamos solemnemente a los ciudadanos europeos, a sus organizaciones representativas, a sus cargos electos, en particular a los parlamentarios europeos, para que más allá de la emoción, unan sus esfuerzos a fin de obligar a los Estados de la Unión y a las instituciones europeas a cambiar radicalmente de política y a no sucumbir a las llamadas a la xenofóbia y al encerramiento sobre sí mismo.

Asociación Europea de Derechos Humanos (AEDH)

*APDHA es miembro de la AEDH

Bruselas, 7 de octubre de 2013

Notas:

1. Ver el comunicado de la AEDH : « Eurosur : Cuando  la vigilancia de las fronteras prima sobre la vida de los migrantes » – Bruxelles, 20 juin 2012 http://www.aedh.eu/Eurosur-Quand-la-surveillance-des.html?var_recherche=Eurosur

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