El martes día 6 de febrero murió una persona que vivía en la calle, Jesús, de 39 años. Vivía al final de la c/ Poeta Manuel de Góngora, al lado del kiosco de prensa y del Covirán. Muchas vecinas y vecinos le atendían y le acompañaban. La plataforma La Calle Mata organizó una acción en su recuerdo en aquel lugar (C/ Bruselas, al final de la C/ Poeta Manuel de Góngora) el lunes 13 de febrero a las 12:00.
Jesús estuvo muy acompañado por personas voluntarias y también por los servicios de salud mental del Zaidín y del COASPSH. Era un chico muy cariñoso y entrañable, y sentimos este final tan pronto, aunque esperado.
Denunciamos a las instituciones responsables de no ocuparse realmente de solucionar estas situaciones con recursos dignos y permanentes. Granada necesita un albergue municipal y facilitar la vivienda a quienes viven en la calle.
En recuerdo, dignidad y denuncia de Jesús. Persona sin hogar fallecida la semana pasada en situación de calle.
Texto leído durante el acto:
Nos hemos reunido aquí no sólo para recordar a Jesús, sino también, para reivindicar más recursos para las casi 200 personas que viven en las calles de Granada. Muchos de nosotros nos preguntamos por qué alguna de estas personas cuando se les ofrece una plaza en un albergue u otro tipo de ayuda la rechazan.
Entendemos perfectamente que si una persona tiene una enfermedad física, cáncer o similar, si se llega muy tarde, cuando la persona ya está muy afectada, la cosa ya no tenga solución. Por qué nos cuesta entonces tanto entender que para otro tipo de sufrimiento humano, también cuando se llega demasiado tarde, la solución o la recuperación también es muy difícil.
Vivir en la calle, no es agradable para nadie. El que llega a esa situación es porque ha tenido en su vida otro tipo de dificultades y traumas, todos difíciles y duros de aceptar. ¿Por qué los Servicios Sociales, no tienen educadores de calle que detecten esas situaciones, cuando empiezan los problemas y cuando las personas aún tienen posibilidades de recuperarse con ayudas adecuadas? ¿Por qué se espera a intervenir, cuando las personas ya tienen dependencias variadas, están desesperadas y han perdido la esperanza en el ser humano y en las instituciones? Los Servicios Sociales debieran dotarse de profesionales especializados en la atención a estas personas.
Esta sería nuestra primera reivindicación: la atención temprana a estas personas en el momento adecuado.
La segunda reivindicación va muy ligada a esta: la vivienda no es un lujo, sino una necesidad para el ser humano, y debe estar garantizada no solo en las leyes, sino también en la realidad, con un parque de viviendas público accesible para todos. Por último, mientras esto no se haga posible y teniendo en cuenta las características especiales de algunas personas, reivindicamos también, por el respeto que debemos a todo ser humano, plazas suficientes, dignas y disponibles para todos en centros de acogida de baja exigencia.