Cuando escuchas a Kanita, respiras tranquilo, porque en sus palabras descubres esa juventud comprometida y solidaria con los demás que permite que la defensa de los derechos humanos siga teniendo un largo recorrido. Vital y soñadora, esta licenciada en Derecho, natural de Sarajevo, ha vivido de forma personal la vulneración de los derechos humanos en un conflicto bélico, ahora desde la APDHA lucha para que esos derechos no se vulneren en ninguna parte del mundo.
En febrero cumpliste un año de pertenencia en la APDHA ¿Qué resumen harías de tu primer aniversario?
El año que llevo en la APDHA ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Conocer tantas personas con el mismo objetivo, que es hacer este mundo un sitio mejor para vivir, es increíble. Participé en muchas actividades que me han enriquecido de una forma muy especial. Aprendí que cada uno de nosotros puede hacer muy diferente nuestra sociedad. Cada buen impacto es necesario. Después de aprender tantas cosas trabajando en APDHA ahora yo soy la que trasmite ese conocimiento a todos mis amigos y mi familia, porque creo que es un deber de todos nosotros luchar por los derechos humanos. Y ni hablo de los amigos que conocí en este último año. En realidad, ya nos les llamo mis amigos, ya son mi familia.
Vivimos un momento en que la vulneración de derechos humanos está a la orden del día en nuestra sociedad ¿Qué labor desempeña la APDHA en este contexto?
APDHA desempeña el tipo de labor que es necesario en cada país. Yo, viniendo de un país de los Balcanes, me hubiera gustado tener una asociación así en mí alrededor porque es aquí donde he aprendido tantas cosas sobre los derechos humanos pero que afectan a todos los países del mundo. APDHA es un sitio en donde cada persona se puede sentir bienvenida y puede estar segura que va a recibir la ayuda y apoyo necesario. Aquí aprendí que no solo es necesario luchar para mejorar las cosas en nuestro entorno sino en cada sitio donde hay necesidad para aquello. Porque, como podríamos hablar de derechos humanos si solo los disfrutan algunas personas y otras no. Pues esa es la labor que desempeña APDHA, luchar para todas y todos sin importar el lugar de donde vengan.
Inmigración y trabajo doméstico. ¿Cuál es la radiografía de este grupo de población y cómo sería posible mejorar su situación.
Es necesario implementar nuevas leyes que no sean discriminatorias como son ahora. Se podría decir que la mayoría de personas que trabajan en el servicio doméstico son mujeres (más del 90%) y de ese porcentaje más del 50% son mujeres inmigrantes. Así que sufren discriminación de tres formas: por ser mujeres, por ser inmigrantes y por trabajar en un sector tan poco apreciado. Una de las formas podría ser educar y hacer talleres o seminarios para que todas las personas inmigrantes y todas las personas que trabajan en servicio doméstico aprendan sobre sus derechos e intentar presionar el gobierno para cambiar las leyes. También es importante educar a las personas de sectores públicos que trabajan con personas inmigrantes y a las personas que trabajan en el servicio público para que les puedan ayudar e informarles de forma adecuada.
Desde la APDHA hemos realizado campañas en apoyo a Palestina, de las que has sido participe, cuéntanos como fueron las campañas en las que participaste.
En las campañas de Palestina fue un placer trabajar porque no es solo que yo aprendí mucho sino que ese conocimiento pude pasar a otras personas. Tengo que admitir que no sabía muchas cosas sobre este conflicto y con ayuda de mis compañeros he hecho una investigación profunda para poder explicarlo de una forma objetiva y simple. Lo que más me gusto fue la reacción de la gente cuando escuchaban las informaciones y como todos querían participar en las discusiones. Creo que los medios de comunicación no dan las informaciones necesarias para que se pueda saber la verdad sobre el conflicto de Palestina y esas campañas son necesarias y muy importantes.
Dinos cuál sería tu mayor deseo en materia de derechos humanos
Por sufrir un conflicto de pequeña, lamentablemente sé que significa estar en una situación así de inseguridad y de inestabilidad. Mi mayor deseo en materia de derechos humanos sería luchar para que nadie muera en ningún conflicto y para que nadie pase hambre. Es importante que todos nos eduquemos sobre las maneras en las que podemos ayudar. Yo puedo asegurar que las ayudas de las personas de otros países fue algo muy necesario en el conflicto que yo viví y que sin eso, probablemente, no podría haber salido adelante. Puede ser que soy una soñadora pero si cada uno de nosotros pone su grano de arena, podemos hacer un mundo diferente. Todos podemos ser el cambio que queremos ver en este mundo, pero tenemos que empezar por nosotros mismos.