La APDHA denuncia a policías Locales y Nacionales por agresiones en la detención de dos inmigrantes

En rueda de prensa celebrada hoy día 28/9/2010, Mª Isabel Mora, Coordinadora General de la APDHA, afirmó que los tratos inhumanos y degradantes y la violencia institucional en el Estado Español no son excepcionales, lo excepcional es su revelación. Han sido documentadas denuncias con un promedio de 720 anuales en los últimos años(1).   Este número por sí mismo hablan de un fenómeno que no es asilado y esporádico.  Pero dichas cifras no son más que la cara visible de un fenómeno más extendido, si tenemos en cuenta la cantidad de casos no denunciados.

En el año 2009 la Coordinadora para la Prevención y Denuncia de la Tortura, a la que pertenece la APDHA, documentó 242 situaciones denunciadas que han afectado a 624 personas que  sufrieron torturas y/o malos tratos durante el año 2009 en todo el Estado español, 81 de ellas en Andalucía. Sevilla es la ciudad andaluza con más denuncias, 44 denunciantes en 2.009.  Y Andalucía es la cuarta comunidad en número de denunciantes, tras Cataluña, País Vasco y Madrid.

La impunidad por tanto es aún más grave que la existencia misma de los malos tratos en un estado democrático como el nuestro.  Los motivos son diversos, entre otros la inexistencia de testigos, el miedo contra la denuncia a los propios custodios, indultos a los condenados, o el incumplimiento de la separación de los funcionarios implicados en las denuncias de torturas y/o malos tratos, cuestión que reflejó Relator Especial de las Naciones Unidas para la cuestión de la Tortura en su informe de seguimiento de las recomendaciones efectuadas tras la visita a España que emitió el pasado 18 de febrero de 2.008.

Por otro lado el Gobierno Andaluz sigue sin aprobar medidas dentro de sus competencias para prevenir y abolir dichasprácticas como regular que policías locales y autonómica lleven su identificación visible al ciudadano o instalar cámaras de vigilancia en los centros de detención, etc..,

Sin embargo,  el civismo y la indignación de la ciudadanía puestos de manifiesto ante hechos tan graves como el que hoy denunciamos, nos hacen esperar que cambien las tornas y que se haga justicia con  Pape Seck y Birahim Mbengue quienes al día siguiente de su detención fueron internados en el Centro de internamiento de inmigrantes de Algeciras. Su reclusión y posible deportación a Senegal daría lugar a la total impunidad de los agentes de la autoridad que les agredieron gravemente al detenerles.

Esta situación debe ser inmediatamente solventada, y ser puestos en libertad a la espera de la celebración del juicio, exigió Mª Isabel Mora, Coordinadora General de la APDHA.  Se trata, además, de ciudadanos arraigados y muy queridos en Sevilla.

Además de la denuncia interpuesta por ambos agredidos antes los Juzgados, a quienes la APDHA ha dado apoyo jurídico,  la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía ha presentado una queja ante el Defensor del Pueblo Andaluz que ya está investigando lo hechos.

La APDHA no está en contra de que los policías, en el ejercicio de sus funciones cumplan con su deber. Otra cosa es lo injusto de determinadas órdenes que reciban o la injusticia de normas por cuyo cumplimiento deban velar. La APDHA sí está radicalmente en contra de que la policía cuando no respeta los derechos de las personas en el ejercicio de las funciones encomendadas.

Los testigos presenciales de los hechos, CT, PA, AG y JAC, que asintieron a la rueda de prensa y que ofrecieron su testimonio al Juzgado de guardia en la denuncia que han interpuesto Pape Seck y Birahim Mbengue,  relataron de sin ningún tipo de contracción lo ocurrido:

Ocurrió hacia las 8 de la tarde del pasado día 8 de septiembre. Todo empezó cuando Pape Sech, un joven senegalés que estaba vendiendo películas ante el Nervión Plaza, al percatarse de la presencia de la policía local cogió la manta y salió corriendo. Los agentes de la Policía Local comenzaron una persecución tras los manteros. Pape, al ser alcanzado por un policía, no solo no opuso resistencia sino que se entregó. No obstante el policía le cogió por el brazo y le derribó mediante un violento ejercicio de torsión. Ya en el suelo, el policía le puso la rodilla en el cuello y golpeó el suelo con la cabeza repetidas veces hasta que fue esposado. En este momento llegó junto con más ciudadanos, Birahim, un amigo de Pape Sech, que increpó al policía por lo que estaba haciendo. Al continuar el agente de la autoridad golpeando a Pape, Birahim, sacó su teléfono móvil y comenzó a grabarle. El Policía, tras golpearle con la porra en el brazo y quitarle su teléfono, es ayudado por varios agentes más recibiendo golpes de porra y puños, empujones y zancadillas de policías locales y nacionales, siendo derribado sobre la calzada. Tres  policías cayeron sobre él y le esposaron violentamente mientras que otros cortaron la circulación de vehículos y trataban de acallar y disolver al numeroso grupo de personas que se había reunido. Le fue imposible oponer resistencia dada la desigualdad de fuerzas. Desde el momento de la detención, hasta el ingreso en el vehículo que los transportó, no existió ningún gesto de violencia de los detenidos. La reacción de las personas que contemplaron los hechos fue de perplejidad, indignación y fueron muchos los que increparon a los policías y sacaron fotografías con teléfonos móviles. Los gritos y las fotografías inquietaron a los policías. Repartieron empujones y un señor mayor cayó al suelo, arrebataron teléfonos y varios jóvenes que estaban sacando fotos fueron retenidos durante algún tiempo y abofeteados por un agente de la policía. Sin embargo ningún español fue detenido y de todos los ciudadanos que protestaban por la violencia de la policía  solamente fue detenido Birahim.

LA APDHA hace un llamamiento a todos aquellos ciudadanos que presenciaron esta agresión para que colaboren a fin de que se haga justicia, que se pongan en contacto con la asociación (llamando al 954 53 79 65)  y entreguen todas aquellas imágenes de las que disponen. Desde la APDHA estaremos dispuestos a ofrecerles la ayuda y asesoramiento que requirieran.

La policía, que deberá responder de estos hechos, sin embargo hizo constar en el atestado que levantó al efecto que ambos mostraron resistencia fortísima habiendo agredido incluso a los agentes. Debido a este atestado ambos se encuentran acusados de atentado, resistencia y desobediencia a la autoridad, y además PAPE de delito contra la propiedad intelectual. Además, como no disponen de autorización de residencia en España, ambos  al siguiente de su detención,  fueron internados en el Centro de internamiento de inmigrantes de Algeciras, a la espera de su expulsión a Senegal,  que puede ser ejecutada en cualquier momento.

Estos hechos tienen gravedad en sí mismos pero denota mayor gravedad la comprobación de que se repiten con frecuencia  dentro de Andalucía y fuera e ella en la persecución del inmigrante. Ello nos lleva a ser más contundentes, si cabe, en la denuncia y en la exigencia de erradicación de las conductas denunciadas.

No podemos comprender qué intenciones ni qué intereses son lo que está protegiendo el Ayuntamiento de Sevilla ayuntamiento, cuando ordena a la policía pongan tanto énfasis en reprimir el “top manta” en estos tiempos de expolio generalizado a la ciudadanía de bienes y derechos. Invitamos a mirar detrás de la manta. Detrás encontraremos a un empobrecido, miembro de una familia empobrecida. Proponemos buscar, detener y encarcelar a los empobrecedores. Además, si el “top manta” ya no es delito sino falta y esta consideración entrará en vigor en diciembre por la reforma última del Código Penal, no se entiende el empeño acrecentado de perseguir a los “manteros” si no es por eliminar personas “no rentables económicamente” mientras sea jurídicamente fácil.

Pero es que además, la policía actuó en este caso, bajo nuestro punto de vista, de una forma totalmente racista,  ya que de todas las numerosas personas que increpaban a los agentes por su actuación violenta solo y exclusivamente detuvieron a la única persona negra del grupo. También estuvieron presentes en la rueda de prensa Patricia, mujer de Birahim. Patricia relató que gracias a Birahim y con Birahim ha podido reconstruir su vida familiar. Es divorciada y tiene tres hijos1 menores que están encariñados con Birahim como si fuera su padre. Tenían prevista su boda para el pasado 23 de septiembre que debido a su internamiento en el CIE de Algeciras no ha podido celebrarse. Por su parte, Abou, amigo de Pape relató que tiene numerosos amigos que le reconocen como muy bueno e incapaz para todo tipo de violencia. Necesidades económicas de la familia en Senegal le impusieron un proyecto migratorio. Vino ofreciendo sus fuerzas de trabajo, pero rechazado como trabajador se ha visto obligado a complementar los jornales en  el campo con el trabajo como mantero. Su obsesión ha sido ganar cuanto le fuera posible para mandarle dinero a su madre.

Nos encontramos en la situación grave en que dos personas, necesarias y apreciadas en Sevilla, puedan ser expulsadas a Senegal. No podemos dejar de reconocer que estamos ante una grave INJUSTICIA y una vulneración flagrante de los derechos humanos.

Junto a nuestra denuncia de la violencia policial exigimos a las autoridades responsables que investiguen los hechos y depuren responsabilidades, requiriendo especialmente al Ayuntamiento que impida la persecución policial al inmigrante y proteja a las personas en lugar de propiciar la exclusión y la expulsión.

Más Info


 1. Datos de la Coordinadora para la Prevención y Denuncia de la Tortura, que recopila casos que recibe de sentencias judiciales, de denuncias de organizaciones sociales, de particulares, de Corporaciones profesionales, y de las memorias de autoridades e instituciones públicas.

Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucia
Delegación de Sevilla

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