Ante el inicio oficial de la campaña electoral y debido a la utilización política que se está haciendo de las personas más excluidas de nuestra sociedad, la APDHA exige que se ponga fin al uso de discursos demagógicos que fomentan el rechazo ciudadano al diferente buscando meramente rédito electoral.
Las personas que padecen la lacra de la exclusión merecen que nuestros representantes políticos aborden este gran problema en profundidad, asumiéndolo dentro de sus agendas políticas como prioridad urgente que les impulse a proponer soluciones.
En la larga campaña preelectoral que hemos vivido, la seguridad ciudadana, la delincuencia y la inmigración se han convertido en los protagonistas de los últimos días dentro de las propuestas populistas punitivas y de la política del miedo que está desarrollando en nuestro país, y concretamente en Andalucía, el Partido Popular. Es inadmisible que trate a la persona extranjera como un problema afirmando que “viene a delinquir, además de colapsar la sanidad pública” o que se exalte a un sector de la ciudadanía sosteniendo que “En España ya no cabemos más, y habrá que poner orden”, siendo estas unas de las frases más utilizadas por el candidato Mariano Rajoy y Javier Arenas durante la campaña.
Son particularmente indignantes las propuestas como la del Contrato de Integración, que no sólo resulta perfectamente prescindible e inútil sino que supone la utilización de la xenofobia como arma electoral , sembrando en la sociedad sentimientos de aversión y rechazo a los inmigrantes.
El Partido Popular, además, saca a la calle el debate sobre la delincuencia juvenil con mucha apelación al miedo pero sin análisis y con pocos datos. Populismo para ganar votos. «Después del 11-S y del 11-M, pretenden hacernos creer que los ciudadanos queremos seguridad total en un solo sentido. Y la seguridad no es penalizar ni criminalizar a determinados colectivos. Seguridad es propiciar una convivencia plural, de disfrute real de derechos, con oportunidades para todos sea cual sea el origen nacional, social o étnico de las personas. Con independencia de las creencias, la cultura o la escala económica que se pueda detentar. Lo contrario nos situaría en un marco ciudadano inmaduro, injusto e insolidario. Y esa no es la sociedad que tenemos, ni la que queremos ni la que deben imaginar nuestros políticos.
Con todo esto, en el día de hoy la APDHA ha dado traslado de esta queja a todos los partidos políticos, muy especialmente a los representantes del Partido Popular, exigiendo la utilización de un lenguaje respetuoso con los que más sufren las injusticias de esta sociedad, a partir del cual se aborden de verdad en sus programas los problemas sociales que muchas personas padecen y no utilizar mensajes que inciten a la proliferación de actitudes xenófobas y excluyentes.
Paralelamente se ha presentado la misma ante la Junta Electoral Central, al Defensor del Pueblo Andaluz y al Defensor del Pueblos Estatal exigiendo que públicamente exijan que se acabe de utilizar a la pobreza y a la exclusión social como arma electoralista.