La Unión ignora sus obligaciones internacionales en materia de asilo y renuncia a sus principios fundacionales.
Andalucía, 11 de marzo de 2016.- La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) exige al Consejo de Europa y a la Comisión Europea la inmediata paralización del que denominan “acuerdo de la vergüenza” entre la Unión Europea y Turquía, por el que se pretende devolver a todas las personas refugiadas que accedan a la Unión desde suelo turco por vías irregulares, por considerarlo “inaceptable y contrario a los Derechos Humanos”.
Asimismo, conmina al Gobierno español a que no asista al Consejo de Europa estando en funciones y ejerza su voto favorable sin el debate y acuerdo del Congreso de los Diputados. La organización entiende que España debe oponerse firmemente al mismo, usando incluso su derecho de veto en caso de que fuese necesario. De igual modo, llama a las fuerzas políticas democráticas representadas en el Parlamento Europeo para que utilicen todas las herramientas a su alcance con el fin de que este atentado contra los Derechos Humanos no se formalice.
La entidad ha recibido con “indignación y estupor” la noticia dado que esta firma vacía de contenido material el derecho de asilo en Europa, impidiendo el acceso a la protección internacional a miles de personas, protección que se encuentra respaldada por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y en el propio ordenamiento jurídico comunitario.
El acuerdo, asegura la APDHA, supone una “verdadera quiebra de los supuestos pilares éticos sobre los que dice construirse el proyecto europeo”, al tiempo que pretende “subcontratar” la gestión del sistema de asilo de la UE y dejarla en manos de un país como Turquía, que durante años ha visto postergada su candidatura a la adhesión al club comunitario por su precaria arquitectura democrática y de protección de los Derechos Humanos – baste recordar que las reservas realizadas por el Estado turco al ratificar el Protocolo de 1967 de la Convención del Estatuto del Refugiado, impiden que a las personas necesitadas de protección internacional en su territorio se les pueda conceder en la práctica la condición formal de refugiado-.
Asimismo, el pacto asume a nivel europeo el “modelo español” de gestión de fronteras (en concreto el de los enclaves de Ceuta y Melilla) de “devoluciones en caliente colectivas” consagrado por la reforma de la Ley de Extranjería operada por la “Ley Mordaza”, a pesar de las críticas que dicho modelo suscitó en algunas instituciones europeas en su día, afirma.
Además, la entidad defensora de los derechos humanos argumenta que el acuerdo turco-europeo representa “una clara cesión ante los planteamientos xenófobos que sostienen los movimientos de extrema derecha que alarmantemente proliferan en los Estados de la UE”, y que, puntualizan, “desgraciadamente están obteniendo no menos preocupantes resultados electorales en los últimos comicios de ámbito nacional”.
Por todo ello, convoca a la ciudadanía europea en general y a la española en particular para que visibilice contundentemente su oposición al acuerdo y se alcance con la presión ciudadana el respeto al Derecho Internacional y a los Derechos Humanos de todas las personas refugiadas.