LA DELEGACIÓN DE CÁDIZ DE LA APDHA CONSIDERA INDIGNANTE QUE SE PROLONGUE LA SITUACIÓN DEL JUZGADO DE MENORES DE CÁDIZ

Tras la confirmación por parte del delegado de justicia, Domingo Sánchez Rizo, del aplazamiento sine die del traslado del Juzgado de Menores de Cádiz a otra ubicación acorde con su función, se han originado numerosos pronunciamientos de rechazo por parte de varios sectores sociales, a los que quiere sumarse la APDHA.

Nuestra Asociación ha denunciado reiteradamente el incumplimiento de la diversa legislación que deja clara la necesidad de que los procedimientos de menores se realicen en instalaciones adecuadas para garantizar la intimidad, la sanidad y la seguridad del menor, cuyo interés superior debe ser preservado según la Convención de los Derechos del Niño.

Difícilmente ello se consigue en los juzgados de menores de San Francisco, donde en el patio del edificio existe un calabozo de reducido tamaño, en el que resulta totalmente inviable una comunicación medianamente reservada entre el abogado y el menor procesado; pero es más, se tiene que convivir con las visitas de familiares la mayoría de las veces muy difíciles, ya que en muchos casos, llevan meses sin poder ver a los chicos y chicas por cuanto los mismos se encuentran internados en centros de internamientos alejados de su lugar habitual de residencia.

Las dependencias de San Francisco no reúnen las condiciones necesarias para el traslado de los menores, pues a los problemas habituales de tráfico que sufre el casco antiguo gaditano hay que añadir la dificultad de acceso a una calle peatonal por los vehículos policiales que realizan los traslados de los menores, y que acatando normas en muchas ocasiones se evita que consten en dichos vehículos identificación policial alguna. Los menores salen esposados y plenamente visibles por una calle comercial ante todos los viandantes y a veces en medio de escenas muy difíciles.

Igualmente la estrechez de la Sala de Vista, la ausencia de una Sala de Togas para los Letrados o el hecho de la imposibilidad de evitar el contacto visual entre los infractores y las víctimas es una grave deficiencia de esta sede judicial, máxime si entre otras razones tampoco existe en la misma un sistema de videoconferencias que evite traslados de menores tanto infractores como víctimas desde sus lugares de residencia o desde los centros de internamiento en donde se encuentren.

En suma, parece una burla descarnada por parte del delegado que se afirme la “idoneidad” de estas instalaciones que, además sirven para “revitalizar el comercio de esta zona de la ciudad”. Con ello demuestra un enorme desconocimiento de la justicia de menores, cuyos únicos problemas no son por desgracia los del juzgado de San Francisco en esta provincia y sobre todo, la desconsideración o el desprecio por los derechos de los menores.

La APDHA se suma por ello a la necesidad urgente del traslado de este Juzgado hacia otra ubicación más conforme a su cometido, como venimos demandando desde hace años.

Cádiz, 14 de septiembre 2009