La APDHA y demás convocantes nos unimos a los gritos de las mujeres iraníes que, ante los asesinatos perpetrados en las calles por la policía bajo el mando de una dictadura islámica, se han atrevido a salir a la calle y manifestarse con ese gesto simbólico de quitarse el velo públicamente.
Quienes defendemos los derechos humanos no podemos permanecer en silencio ante la censura de los gobiernos totalitarios como el de Irán, que ejerce su poder controlando los medios de comunicación, la literatura, el arte, la música incluso la forma de vestir, muy especialmente el de las mujeres haciendo gala de un patriarcado ancestral y en el que la mujer solo se concibe engendrando y pariendo.
Judit Butler dice en uno de sus libros que hay cuerpos que no merecen ser llorados y este sería el ejemplo de Mahsa Amini, mujer y Kurda iraní de 22 años que había viajado a la capital con su familia. La detuvo la policía por no llevar el velo bien puesto y con tal motivo, no dudaron en golpearla hasta matarla, no merecía ser considerada ciudadana de pleno derecho.
Nos llegan también a través de un manifiesto de personas iraníes fuera del país, cómo miles de jóvenes son detenidos, encarcelados, torturados y asesinados y cómo en muchas ocasiones el pueblo se ha levantado contra la represión, la falta de libertades y la vulneración de derechos y como cada vez el gobierno responde con más violencia, más censura, más control.
Mujer, vida, libertad es uno de los lemas de la protesta que continúa creciendo a lo largo de todo el país tras el asesinato también de Hadis Najafi, de 20 años, que el pasado 25 de septiembre recibía 5 disparos por compartir en las redes cómo se preparaba para una manifestación de solidaridad con Mahsa Amini.
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