Los dos últimos informes de la agencia Frontex [1] muestran que las actividades conjuntas de vigilancia con los países vecinos de la Unión Europea (UE) siguen siendo una prioridad para los Estados miembros. En las fronteras de la UE, la externalización de los controles migratorios continúa, produciendo numerosas expulsiones de migrantes.
Recientemente, el Centro Internacional para el Desarrollo de Políticas Migratorias (ICMPD), en un informe para la Comisión Europea titulado Un estudio comparativo de las mejores prácticas en materia de vigilancia de los retornos forzados [2] , mencionaba que diecisiete Estados miembros ya tenían un sistema de vigilancia o estaban a punto de ponerlo en funcionamiento para las operaciones relacionadas con expulsiones.
Estos informes tienen en común el presentar la denegación de entrada y las expulsiones como operaciones ordinarias, cosa que no lo son, ya que a menudo recurren a la violencia. Ya sea a la entrada o a la salida del territorio europeo, las democracias europeas continúan violando los derechos de los migrantes. Dichos informes, así como muchas declaraciones de responsables políticos sobre la inmigración, socavan los valores europeos al presentar la negación de derechos, el recurso a la fuerza y el confinamiento como herramientas convencionales de gestión de fronteras.
Durante dos días, el 18 y el 19 de noviembre de 2011, la red Migreurop se reúne en asamblea general en París para discutir los medios de frenar esta tendencia: campañas inter-asociativas, acciones jurídicas, movilizaciones contra los dispositivos de encierro de migrantes, la Agencia Frontex y las operaciones de vigilancia marítima. También se debatirá sobre la libertad de circulación.
Al final de la primer jornada, se presentará el tercer informe anual de Migreurop, En las fronteras de Europa: la externalización de los controles migratorios. Se centra en el estudio de dos cuestiones desconocidas de la sub-contratatción de los controles migratorios a las puertas de Europa : la situación en la frontera oriental de Turquía con Irán, donde, bajo la presión de Europa, el gobierno construye centros de «acogida» y retención de migrantes que, con el pretexto de mejorar sus condiciones de existencia, se asemejan a lugares de exclusión y de privación de libertad. La segunda parte denuncia el trato reservado a los «polizones», a bordo de buques de la marina mercante y en los puertos marítimos de toda Europa. De la prevención a la captura, del encierro a la devolución, el régimen que se les aplica se caracteriza por una transferencia en aumento -e inaceptable- de la responsabilidad del Estado a empresas privadas.
La presentación del informe de Migreurop En las fronteras de Europa: la externalización de los controles migratorios es público y se llevará a cabo de 15h45 a 17h00 en:
CICP
21 ter rue Voltaire 75011 Paris
Gran sala en la planta baja
[inscripción a contact@migreurop.org]
Migreurop, 14 de noviembre de 2011 (La APDHA forma parte de la sección española de la red europea Migreurop)
Notas
[1] Frontex, Eastern Borders Risk Analysis Network, Annual Overview 2011, 34 p. & Frontex, RABIT Operation 2010 Evaluation Report, 22 p
[2] International Centre for Migration Policy Development (ICMPD) for the European Commission Directorate-General Justice, Freedom and Security, Comparative Study on Best Practices in the Field of Forced Return Monitoring, 187 p.