Nerea Balinot
Hablando claro sobre el racismo. Desirée Bela, activista y una referencia, es entrevistada por Nerea Balinot, miembro de la Asociación Pro Derechos Humanos en Granada. No te la pierdas. Para aprender y seguir luchando.
- Publicado en elindependientedegranada.es
Desirée Bela-Lobedde, activismo desde la estética.
Desirée Bela-Lobedde, afrodescendiente y activista, ha vivido toda su vida sintiéndose extranjera en su propio país. Ante los prejuicios y agresiones racistas que sufre la comunidad negra, esta mujer barcelonesa reivindica el activismo estético y el cuidado del cabello afro como respuesta política.
Hace ya ocho años que, tras infinitos tratamientos de alisado que estropeaban su cabello, decidió emprender un proceso de re-identidad a través de su propio cuerpo. Negra y española, esta mujer que comenzó compartiendo peinados y tratamientos para el pelo afro, se ha convertido en una de los principales referentes del activismo negro.
En su blog, Diario de la Negra Flor, defiende el cuidado del pelo afro y el activismo estético como una herramienta de empoderamiento para la mujer. Si la estética negra se ha utilizado para oprimirnos, argumenta, también podemos utilizarla para liberarnos.
¿Cómo se vive siendo mujer y negra en España?
Es una situación muy extraña. Yo he nacido y me he criado aquí, con una familia de Tarifa, bailando flamenco y sevillanas, tocando las castañuelas… Pero tengo que estar justificando siempre que soy española. Por más que seas de aquí, vas a ser vista como la otra, como la extranjera, como la de fuera en tu propio país.
Ser negra implica discriminaciones en el mundo empresarial y también a nivel estatal: si me para la policía para identificarme, siempre me pide el NIE, porque no conciben que pueda tener DNI.
¿Por qué crees que cuesta tanto aceptar que hay personas negras y españolas?
Porque no se explica nuestra historia. Si en el colegio se hablase sobre la colonización, la gente sabría que Guinea Ecuatorial –el país de donde proviene mi familia– fue colonia española desde 1778 y, más tarde, provincia española. De hecho, siguió perteneciendo a España hasta 1968. Como esto no se estudia, seguimos considerando la inmigración un fenómeno reciente.
¿Has sufrido discriminaciones racistas?
Sí, claro. Desde lo más cotidiano, como una persona que te ve y te mira con recelo, hasta el hecho de estar en un autobús o un tren completamente abarrotado y que nadie se siente en el sitio que tienes al lado. Ser negra implica discriminaciones en el mundo empresarial y también a nivel estatal: si me para la policía para identificarme, siempre me pide el NIE, porque no conciben que pueda tener DNI.
Frente a estas agresiones, ¿encuentras apoyo en las instituciones públicas?
No, todo lo contrario. Las instituciones lo alimentan en el momento en que deciden no frenarlo. Si no tomas parte de la persona agraviada, estás apoyando a la discriminación.
Las instituciones lo alimentan en el momento en que deciden no frenarlo. Si no tomas parte de la persona agraviada, estás apoyando a la discriminación
Hace poco trataste de denunciar a un usuario que escribió insultos racistas en tu canal de Youtube, ¿crees que se resta importancia al acoso cuando procede de redes sociales?
Desde luego. Las redes sociales se han convertido en caldo de cultivo para el odio más encarnizado. Ocultar la identidad con un nick es muy fácil y hace que la gente suelte la primera barbaridad que se le ocurra.
Tu lucha se centra en el afrofeminismo y el activismo estético, ¿en qué consiste?
En trabajar el empoderamiento a partir del cuidado del pelo afro natural de las mujeres negras. Comencé hace ocho años subiendo contenido en internet; al principio, eran ideas de peinados o tratamientos para el cabello, pero entonces me di cuenta de que también podía ser un trabajo de re-identidad brutal.
El pelo afro ha sido un elemento de opresión histórico para las mujeres y, por lo tanto, cuidarlo es activismo. Nos empodera y nos da la oportunidad de trabajar la diversidad a partir de nuestro propio pelo. Lo personal es político, el cuerpo es político y, en el caso de las personas negras, el cabello afro también es político.
A veces un blanco comienza a utilizar un peinado asociado a los negros y, de pronto, ya no es marginal, sino guay, solo porque lo lleva ese blanco. Me da la sensación de que a todo el mundo le gusta lo negro: la música negra, los peinados negros, la cultura negra… pero no las personas negras
Últimamente, peinados asociados a la comunidad negra vuelven a ponerse de moda, ¿crees que existe cierta mercantilización de lo negro?
Es innegable que hay una fascinación y una atracción que puede llegar a ser muy invasiva. Yo, por ejemplo, llevo el pelo recogido en un pañuelo porque cuando llevo el afro suelto, hay gente que me lo toca sin pedir permiso.
A veces un blanco comienza a utilizar un peinado asociado a los negros y, de pronto, ya no es marginal, sino guay, solo porque lo lleva ese blanco. Me da la sensación de que a todo el mundo le gusta lo negro: la música negra, los peinados negros, la cultura negra… pero no las personas negras.
¿Qué objetivos persigues con tu activismo?
Busco ayudar la gente. A nivel intracomunitario ofrezco este contenido para todas esas niñas que no encuentran la información que necesitan para cuidar su piel, su cuerpo y su cabello en los medios mayoritarios. Compartiendo consejos, difundiendo técnicas y colaborando, yo y otras mujeres, creamos contenido para la comunidad. Y, hacia fuera, queremos compartir este trabajo con las personas blancas, poniendo a su alcance una serie de conocimientos que pueden llamarles la atención.
¿Crees que la sociedad está mejorando en este aspecto?
Se avanza, pero lentamente. Yo no sé si veré cambios significativos o serán mis hijas quienes puedan verlos, pero esto es una carrera de fondo y sé que, si permanecemos, los cambios llegarán.