La muerte de centenares de personas en el mar Mediterráneo entre Libia e Italia ha dejado de ser noticia. La madrugada del 1 de junio un barco que transportaba a unas 800 personas quedó varado cerca de la costa Libia. El mal tiempo y la desesperación hicieron que hasta 300 personas se arrojaran al mar intentando salvar sus vidas. Los andaluces, igual que los canarios, sabemos lo que es que seres humanos conviertan los mares en cementerios. Nos negamos a normalizar esta situación. Cada una de las vidas humanas que se pierden sin razón ninguna es un drama.
Señalamos, una vez más, a los responsables de estas muertes: la OTAN, la Unión Europea y cada uno de sus países miembros. Las políticas migratorias acordadas por éstos se centran construir muros y sistemas de vigilancia, crear cuerpos militares que repelan cualquier intento de entrar a Europa y acordar con terceros países la readmisión de las personas que los gobiernos europeos no quieren.
Exigimos un cambio en las políticas migratorias y que se depuren responsabilidades políticas. No podemos permitir que más personas sigan perdiendo su vida en su intento por labrarse un futuro mejor.