María José Serrano, coordinadora área Prostitución APDHA
Cada cierto tiempo, desde algún ayuntamiento, se lanzan campañas de sensibilización contra la trata de personas con fines de explotación sexual. Son campañas del tipo «No pagues por Sexo» o «Sin clientes no hay trata», que atacan directamente a la figura del cliente e intentan con este pretexto luchar contra la trata y, por extensión, contra la prostitución, sin diferenciar una realidad de la otra. Desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) vemos imprescindible que se diferencien la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y la prostitución, para poder luchar adecuadamente por los derechos de ambos grupos y para minimizar las vulneraciones de los mismos.
Cuando hablamos de clientes, es importante tener en cuenta que no existe un sólo perfil. El tipo de persona que solicita servicios sexuales de una trabajadora del sexo es muy variado. Hombres con un alto nivel de formación y capacidad económica, hombres con baja formación y capacidad económica, casados, solteros, hombres de todas las edades y razas. Lo único que los diferencia son las zonas donde van a buscar los servicios de las mujeres que ejercen la prostitución.
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