Siete organizaciones cordobesas piden un programa que garantice el derecho a la educación de los menores de zonas empobrecidas

  • Denuncian que un alto porcentaje de la población escolar está siendo condenado a la “cadena perpetua de la exclusión”
  • Alertan que la situación se agrava entre los niños y niñas extranjeros y quienes viven en asentamientos chabolistas de la periferia, “que están siendo ignorados”

Córdoba, 27 de abril de 2020.– Siete organizaciones sociales de Córdoba (Asociación Cordobesa para la Inserción Social de Gitanas Rumanas ACISGRU, la delegación de Córdoba de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, La Asociación Barrios Ignorados, la Asociación por la Igualdad y Desarrollo Social AID, el Colectivo de Mujeres con Solera, la delegación de Migraciones de la Diócesis de Córdoba y la ONG Intered) han pedido a las Administraciones locales, provinciales y autonómicas responsables de educación y de asuntos sociales, que alumnos y alumnas con independencia de su origen, barrio o situación económica de su familia.

Las entidades informan de que un alto porcentaje de la población escolar de Córdoba, residente en barrios empobrecidos como Moreras, Palmeras, Polígono Guadalquivir, Sector Sur, Ciudad Jardín, Margaritas, entre otros, “está siendo condenado a la cadena perpetua de la exclusión y a una vida en precariedad”, dado que no tienen acceso a seguir el curso de manera digital por no disponer de acceso a internet o de ordenador.

Denuncian que las autoridades educativas no han previsto que el alumnado carente de recursos pueda recibir el equipo informático o se le garantice el acceso a internet para seguir con su aprendizaje y “han supuesto que todas las madres y padres tienen la formación y las estrategias y pueden ayudar a sus hijos e hijas a hacer las tareas que se mandan por Whatsapp y que se descargan mientras les duran los datos del móvil compartido. No han previsto cómo compensar la tarea asesora que el profesorado hace con sus alumnos y alumnas en clase y que no puede hacerse desde la educación a distancia”.

Una situación que se agrava, señalan, en la población inmigrante de origen no latino, que desconoce el idioma, y que “verá abrirse ante sus hijos e hijas el abismo que los separa de sus compañeros con recursos materiales y familiares que les permite el seguimiento de sus estudios”. La situación también se agudiza en los niños y niñas de asentamientos chabolistas de la periferia que, en su opinión, están siendo ignorados, “lo que acrecienta el riesgo de mantener el rol social de sus padres o madres: chatarreo o mendicidad en la puerta de iglesias y supermercados”.

A juicio de los colectivos, las autoridades competentes no han asumido la responsabilidad de anticiparse al desastre de cerrar los centros educativos un viernes analógico e iniciar la enseñanza un lunes digital.

Las organizaciones, muchas de las cuales están descargando y fotocopiando los materiales que envían los centros educativos o atendiendo las dudas de los menores de estos barrios a través de videollamadas, observan cómo “el Covid19 y la mala gestión de la situación sobrevenida incrementará la brecha que separa a la población empobrecida del resto de la ciudadanía y llevarán al abismo de la exclusión a los de siempre, mientras que los otros de siempre que gozan de buena posición, sufrirán solo daños colaterales y temporales”. Será especialmente acuciante, explican, entre la población con trabajos precarios o sin contrato y, por tanto, sin derecho a la prestación por desempleo, al verse en la calle por el cese de la actividad económica, “por no hablar de quienes vivían de la recogida de chatarra o de cartones o de quienes sacaban el pago del alquiler de su piso de 40 m2 de la venta en semáforos”, concluyen.

ACISGRU, APDHA-CÓRDOBA, ASOCIACIÓN BARRIOS IGNORADOS, ASOCIACIÓN POR LA IGUALDAD Y DESARROLLO SOCIAL –AID- , COLECTIVO MUJERES CON SOLERA, DELEGACIÓN DE MIGRACIONES DE LA DIÓCESIS DE CÓRDOBA y la ONG INTERED.

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