1º.- Considera la medida que promueve el Ayuntamiento, consistente en trasladar a un Polígono Industrial la prostitución de la calle, como desafortunada y estigmatizante. Respondiendo la misma a la hipocresía de una sociedad empeñada en invisibilizar una realidad, la de la prostitución.
Entendemos que quitar visibilidad a esta realidad y ocultarla, no significa solucionar los posibles conflictos de intereses que de ella devienen, sino más bien lo contrario, se produce una aplazamiento para su resolución, a la vez que una mayor vulneración de derechos y más inseguridad en las condiciones de trabajo de quienes se dedican al ejercicio de esta profesión. No compartimos la manera de hacer frente a los problemas de convivencia que genera una actividad no regulada, no tipificada como delito y que tiene lugar en diferentes espacios públicos.
2º.- Manifestaciones como las que hemos leído en prensa durante los últimos días, promueven una mayor alarma social con el consiguiente rechazo hacia aquéllas personas que se dedican al ejercicio de la prostitución.
3º.- Partiendo de que la prostitución es un intercambio de un servicio sexual a cambio de dinero entre dos personas adultas y con su total consentimiento, queremos denunciar el estigma, la falta de derechos y la situación de indefensión física y legal a la que se ven expuestas las mujeres que ejercen la prostitución, tratándose de un colectivo envuelto en una situación de vulneración de derechos humanos, situación que se perpetúa con medidas como la que se intenta promover desde el Ayuntamiento de esta ciudad.
4º.- Desde la APDHA mostramos nuestra reprobación ante la actitud de este Ayuntamiento. No podemos olvidar que una de las funciones del mismo es proteger a los ciudadanos y ciudadanas de esta ciudad. Ante el conflicto de derechos e intereses, la balanza parece ser bastante clara, posicionándose a favor del ciudadano frente a la prostituta, como si estuviésemos hablando de cosas diferentes.
5º.- Instamos al gobierno local y poderes públicos a encontrar una respuesta que no incida aún más en la exclusión social y vulnerabilidad de este colectivo, que considere los interese y derechos de todas las partes implicadas, que apueste por una negociación en igualdad de condiciones en la que se escuche no sólo a empresarios y vecinos, sino también a las prostitutas, a que reflexione ante este tipo de hechos y tomen responsabilidades a la hora de garantizar los derechos básicos de este colectivo.
Granada, 27 de enero de 2009