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*Ver abajo nota de prensa enviada a los medios
El informe del Ministerio del Interior “Balance de la lucha contra la inmigración irregular 2015”, recién publicado, llega extrañamente con meses de demora. Un retraso en la publicación puede tener la intencionalidad de dejar en segundo plano los fenómenos migratorios reales y centrar las prioridades en otros asuntos. “Trabajo-eficiencia-compromiso” son tres palabras que se destacan en el informe y que nos cuestionamos. En primer lugar, el trabajo que se realiza, en segundo lugar, la eficiencia de este trabajo y con quiénes se tiene el compromiso… ¿con los derechos humanos?
Se trata de un balance burocrático cuyo único objetivo es embellecer la acción del Gobierno, pero que no presenta interés alguno para valorar de forma precisa la evolución de los flujos migratorios en su conjunto y complejidad, ni para hacer balance juicioso de las políticas desarrolladas frente a los mismos. Un informe con una enorme carga ideológica de rechazo y guerra contra personas migrantes y refugiadas, que se traduce sobre todo en el lenguaje utilizado, la ocultación de datos y enmascarando otros de ellos dentro de las cifras globales, como las devoluciones en caliente o los rechazos en la frontera, por ejemplo.
Este informe no recoge en sus cifras a las 64 personas fallecidas y 131 desaparecidas que se produjeron en 2015, ni nos presenta una segregación por sexo o edad, ni abunda, por ejemplo, en otras vías que existen para llegar a Ceuta y Melilla, o a los puertos españoles, como polizones, en pateras, a nado, camuflados en vehículos…
La entrada de personas inmigrantes en España en el año 2015 ha aumentado con respecto a 2014, como ya adelantábamos en nuestro informe “Derechos Humanos Frontera Sur”. En el año 2015 se han registrado 5.312 llegadas a las costas españolas (Canarias, Península y Baleares) según el balance del Ministerio, suponemos que refiriéndose sólo a la llegada en pateras y/o embarcaciones y descartando otras fórmulas de entrada. En Ceuta y Melilla, según el balance, entraron en 2015, en llegadas, 11.624 personas. En total, el número de personas inmigrantes llegadas a territorio español en 2015 es de 16.936, frente a los 12.218 de 2014, que se deducen del propio Balance.
Este informe refleja un descenso en los “asaltos” y acceso a las vallas en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Es decir, se ha producido un 67,8% (saltos) y un 78% (frontera) menos que en 2014. Sin embargo, lo que este informe no refleja son las posibles causas de este descenso, como por ejemplo, según un reciente informe de la AMDH (Asociación Marroquí de Derechos Humanos), el desmantelamiento de los campamentos por parte de Marruecos y en consecuencia la permanencia de personas inmigrantes en localidades más lejanas a la frontera o la dispersión en territorio marroquí y la construcción de una nueva barrera de contención y fosas en suelo marroquí.
Lo que sí distingue el Ministerio del Interior es el trabajo conjunto entre la tarea diaria de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado (militarización de las fronteras), las respuestas adaptadas ante los nuevos retos de las redes de la inmigración (posiblemente se refiera a el protocolo para la policía tras las muertes del Tarajal y los protocolos ante la llegada de personas refugiadas, porque no existe ninguna novedad en cuanto a nuevos métodos o formas que tienen estas personas de acceder a España) y la colaboración de España y otros países. La colaboración de Marruecos con España y la UE se resume en blindar las fronteras del sur de Europa (pág. 53 informe Derechos Humanos en la Frontera Sur 2016 de la APDHA) e implementar creativamente las políticas migratorias represivas de la UE.
Según el balance, 7.189 personas de Siria han entrado en Ceuta y Melilla, cifra que ya adelantaba la APDHA en su informe, siendo en primer lugar la única nacionalidad que se describe. El Ministerio califica a estas personas de Siria como “potenciales refugiados”, obviando a personas de otras nacionalidades que también son susceptibles de ser refugiadas y entran en territorio español de forma clandestina, invisibilizando además distintos conflictos que generarían la situación de solicitante de protección internacional.
Por otra parte, se obvia que a las oficinas de asilo de Ceuta y Melilla, que se encuentran en los puestos fronterizos, prácticamente tan sólo pueden acceder personas de nacionalidad siria, porque para las personas subsaharianas es de imposible acceso por la parte marroquí, ya que lo impiden mediante arrestos, redadas, encarcelamientos y distintas actuaciones represivas acordadas con el Gobierno español para filtrar y detener a los posibles refugiados de otras nacionalidades, según denuncia la AMDH Nador. Según nuestras informaciones, a la oficina de Ceuta no se le conoce actividad, en tanto que en la de Melilla sí existe un registro de solicitudes y refugiados de nacionalidad siria en el CETI de la misma ciudad autónoma.
Tampoco entendemos por qué considera a los “potenciales refugiados” como inmigrantes irregulares y los incluye en el mismo Balance de “lucha contra la inmigración irregular”, cuando estas personas son solicitantes de asilo o de protección internacional, lo que significa que no se encuentran en situación administrativa irregular en España.
Por su parte, España ha creado una figura legal (disposición adicional 10 de la Ley de Extranjería): los rechazos en frontera, conocida popularmente como “devoluciones en caliente”, que ha generado un importante rechazo, incluso a nivel internacional, porque vulnera diferentes tratados de derechos humanos y no respeta los derechos de audiencia y asistencia letrada de las personas inmigrantes (así como tampoco la asistencia sanitaria básica en los perímetros fronterizos, tal como hemos podido comprobar el equipo Frontera Sur de la APDHA en investigaciones en el terrero). Es conocido que los rechazos en frontera son una práctica habitual de la policía y sin embargo no encontramos datos al respecto en el Balance. Lo que sí conocemos es una vulneración sistemática del derecho a la integridad física y moral reconocido como derecho fundamental en la CE.
Finalmente, utilizar la palabra “presión” en referencia a España como destino, crea una sensación de alerta y trata como un problema a las personas que se ven obligadas o deciden migrar. No existen fuerzas omnipotentes ni un paraíso idealizado para estas personas migrantes que justifiquen las medidas represoras utilizadas en las fronteras, más allá del mantenimiento de una desigualdad entre norte y sur. Llamar a estas personas “inmigrantes irregulares”, como un conjunto, es un reflejo de la ideología clasista y neoliberal que despersonaliza e invisibiliza la situación individual y colectiva, así como las causas que hacen que miles de personas al año se vean abocadas a abandonar sus vidas y buscar alternativas que a veces acaban en tragedia.
Nota de prensa
APDHA denuncia que Interior obvia los derechos humanos en su balance migratorio 2015
No recoge a las 64 personas fallecidas ni a los 131 desaparecidas el año pasado.
Andalucía, 26 de septiembre de 2016.- La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) valora el ‘Balance de la Lucha contra la Inmigración Irregular 2015’ del Ministerio del Interior publicado recientemente como “un mero instrumento de embellecer la acción del Gobierno”, un ejemplo de ello es que no recoge las 64 personas fallecidas y las 131 desaparecidas el año pasado en su intento de llegar a España.
Además, y como ya avanzó la organización en su informe ‘Derechos Humanos en la Frontera Sur 2015’, durante ese año la entrada de personas inmigrantes en España ha aumentado respecto del año anterior, de 12.218 a 16.936, pero nada se apunta dicho balance, lamentan, de las conocidas como “devoluciones en caliente”, que han generado un importante rechazo a nivel internacional porque vulnera diferentes tratados de derechos humanos. Además, estos rechazos en frontera, explican, tampoco respetan la garantía de audiencia y asistencia letrada de las personas inmigrantes, así como la asistencia sanitaria básica en los perímetros fronterizos, tal como ha comprobado un equipo de investigación de la APDHA sobre el terreno.
Respecto a las personas refugiadas, critican, el informe omite que a las oficinas de asilo de Ceuta y Melilla prácticamente solo pueden acceder personas de nacionalidad siria (7.189 en el año 2015), debido a “las actuaciones represivas de Marruecos acordadas con el gobierno de España para impedir que lleguen refugiados de otras nacionalidades”, según denuncia la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH). Para la organización, estas personas son “potenciales refugiados”, que pueden pedir una solicitud de asilo y, por tanto, no se encuentran en situación administrativa irregular en España, muy al contrario son tratados como “inmigrantes irregulares” y se lucha contra ellos, afirman.
Por último y en relación con los saltos a la valla en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, el informe detalla que se han producido un 67,8% menos respecto del año anterior. “Lo que no refleja son las posibles causas de este descenso, que se debe según el reciente informe de la AMDH, al desmantelamiento de los campamentos donde viven estas personas por parte de Marruecos y a la construcción de una nueva barrera de contención y fosas en el suelo marroquí.
En definitiva, opina la APDHA, se trata de un “balance burocrático”, con ausencia de datos (sexo, edad, vías de entrada…) que no está destinado a informar y a desentrañar la realidad de lo que ocurre en la Frontera Sur y que se emite de espaldas a las vulneraciones de los derechos humanos denunciadas por organizaciones nacionales e internacionales y que son intolerables por más tiempo.
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía lanza hoy un nuevo blog ‘Frontera Sur. Derechos Vulnerados’, en él se realizará un seguimiento y un análisis de la actualidad del fenómeno migratorio en la puerta Sur de Europa. https://apdha.org/fronterasur/