Este poema se lee como si fuera un anuncio del tapicero. Lo que en verano de 2016, cuando lo escribí, incluso hace unos meses (antes de las elecciones andaluzas), podía tomarse como crítica más o menos ácida contra la represión y los recortes de libertades (en febrero de 2016 había sido la detención de los titiriteros de Granada, casi a la vez que declaraban las tres mujeres imputadas por la procesión del Coño Insumiso —dos compañeros de CGT lo habían hecho en septiembre de 2015—; en diciembre de 2014 fue la Operación Pandora, etc.) hoy puede parecer una amenaza cada vez más palpable. Sabemos que no es nada nuevo.
EL ANIQUILADOR
El aniquilador.
Ha llegado a su localidad el aniquilador.
Se aniquilan
ecologistas
anarquistas
feministas
independentistas
troskistas
cooperativistas
antimilitaristas
ocupas
darwinistas
Se aniquilan en la calle
locales y a domicilio.
Se aniquilan
marxistas
asamblearios
nudistas
lesbianas
inmigrantes
decrecentistas
estudiantes
enfermos
pensionistas
y toda clase de gente
que venga mal al Estado.
El aniquilador.
Ha llegado a su localidad el aniquilador.
Daniel Fernández Rodríguez. Profesor y sindicalista.