APDHA Sevilla apoya la lucha de las Corralas “Dignidad” y “Nuestros Derechos” y se solidariza con las personas imputadas para las que pide la absolución

 

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Llama a la concentración que se celebrará mañana viernes, 19 de enero,  a partir de las 10:00 horas en los Juzgados de El Prado

Sevilla, 18 de enero de 2018-. La Delegación de Sevilla de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) quiere manifestar su apoyo a las personas sin hogar y sin solución habitacional que han ocupado edificios abandonados para satisfacer el derecho humano a la vivienda que es negado, día tras día, por las distintas administraciones.

A raíz de la ocupación, mañana viernes 19 se celebrará el juicio contra algunas de las personas que ocuparon la “Corrala Dignidad”, un edificio abandonado desde hace más de cuatro años en la calle Fray Isidoro de Sevilla y que está sirviendo para dar cobijo a decenas de Personas Sin Hogar a las que el Ayuntamiento de Sevilla no da respuesta.

Desde APDHA somos conscientes, y así lo venimos  denunciamos desde el origen de nuestra asociación, de la dejación de funciones de las administraciones con relación al Derecho Humano a la Vivienda. En este sentido siempre hemos entendido que la sociedad tiene el derecho y el deber de organizarse, para que los derechos se cumplan, cuando las administraciones venden humo y dan la espalda de forma sistemática. Mostramos nuestro apoyo y admiración ante este tipo de iniciativas sociales que ponen en evidencia lo absurdo de que en nuestra ciudad haya gente sin casas y casas sin gente.

La situación de emergencia habitacional sigue siendo insoportable para una parte importante de la población. Es urgente que las administraciones públicas hagan frente al problema de la vivienda y que implemente las medidas necesarias atendiendo al interés social. Desde APDHA exigimos  medidas efectivas, fuera de la propaganda, para abordar la problemática poliédrica de la vivienda. De igual manera exigimos que el derecho al uso de la vivienda se disocie del derecho a la propiedad y que se garantice, a todas las personas, el derecho al uso de una vivienda adecuada. Es necesario que se despenalice la ocupación pacífica de viviendas deshabitadas y se entre en una dinámica de mediación social y política para dar respuesta  a las necesidades básicas de la población poniendo al servicio de las personas las casas que están deshabitadas.