Hoy la APDHA hemos estado acompañando al grupo de familiares de puerto I, II y III en la concentración convocada a las puertas del Centro Penitenciario Puerto III para exigir la reapertura de las comunicaciones especiales (vis a vis) que llevan suspendidas desde el 26 de diciembre. Es urgente que se adopten medidas preventivas menos gravosas y que sean compatibles con los derechos de la poblacion penitenciaria y en concreto, compatible con el derecho a comunicar con los familiares. Mientras que la poblacion en libertad vuelve a la normalidad, las personas presas siguen soportando la supresion sistematica del contacto con el mundo exterior. Existen medidas menos gravosas y se deben poner en marcha cuanto antes para que el cumplimiento de la pena se cumpla en condiciones de dignidad y de respeto a los derechos humanos.
Los y las familiares de las personas presas de los Centros Penitenciarios Puerto I, II y II enviaron la siguiente nota de prensa:
NOTA DE PRENSA
DESDE EL GRUPO DE FAMILIARES DE PUERTO I, II Y III HACEMOS CONSTAR LO SIGUIENTE:
El próximo 14 de Febrero de 2022 a las 11 horas hemos convocado una concentración a las puertas de Puerto III (parada de autobús) para exigir que se respete el derecho de las personas presas a comunicar con sus familiares y a mantener las relaciones con el exterior, exigiendo la reapertura de las comunicaciones especiales en dichos centros.
Por todo ello EXPONEMOS:
Que, desde el inicio de la pandemia, hace ya dos años, las personas presas están sufriendo una doble condena por la supresión sistemática del contacto con el mundo exterior, tan esencial para el bienestar de los internos.
La legislación penitenciara (artículo 51 de la Ley Orgánica General Penitenciaria y el artículo 41 del Reglamento Penitenciaria) reconoce el derecho de las personas presas comunicar periódicamente con sus familiares y amigos.
Sin embargo, desde hace dos años, internos y familiares venimos sufriendo una situación que amenaza con perpetuarse en el tiempo y que no estamos dispuestos a seguir tolerando. Exigimos que se respeten los derechos de los internos y que se cumpla la normativa penitenciaria y que, para combatir la pandemia, se tomen medidas menos gravosas y menos lesivas a los derechos más fundamentales de los internos.
En estos días nos preocupa especialmente que mientras que las personas que estamos en libertad volvemos a la normalidad (con las medidas oportunas), en las cárceles se siguen protocolos mucho más estrictos. Nos explicamos: mientras que en los colegios el protocolo para confinar una clase es de al menos 5 niños positivos, en la cárcel, con que haya un interno positivo en el módulo, el módulo entero (150 personas) se confina, con la perdida de las comunicaciones que dicho confinamiento conlleva, incluidas las comunicaciones orales por locutorios.
Los familiares vemos como el ocio nocturno, bares y discotecas, permanece abierto con las medidas preventivas necesarias (exigencia del certificado de vacunación), sin embargo, llevamos desde el mes de diciembre sin tener comunicaciones especiales con nuestros familiares.
Por ello, en lugar de privarles del derecho a comunicar con a la familia, los centros penitenciarios deben de establecer medidas preventivas similares a las aplicadas a la ciudadanía en libertad (exigir certificado vacunación para la entrada en prisión o cualesquiera otras medidas que estimen oportunas) y no decretar el confinamiento de un módulo entero (150 personas) sino es estrictamente necesario.
Exigimos, por tanto, la reapertura de las comunicaciones especiales con las medidas preventivas que crean oportunas, al igual que se está haciendo con los permisos de salida.
Venimos a decir todo esto porque no hablamos desde la ignorancia sino desde la realidad, nos explicamos:
Si trabajadores de prisión o profesionales de ONG entran y salen de prisión (teniendo contacto con los internos) ¿Por qué los familiares no pueden entrar? Nos preguntamos ¿un trabajador de prisión o un profesional de una ONG no contagia y un familiar sí? Lo que pedimos es justo y legítimo, pues el contacto con la familia es si cabe la parte mas importante del tratamiento penitenciario pues contribuye al bienestar emocional de los internos y, en definitiva, contribuye a su reinserción.
También tenemos constancia de que se están realizando cundas entre prisiones y los permisos de salida ordinarios y extraordinarios se desarrollan con normalidad (con las medidas preventivas correspondientes) ¿por qué, en definitiva, los internos que no disfrutan de permisos son los mas perjudicados? Los presos y presas de el Puerto de Santa Maria llevan desde el mes de diciembre sin poder abrazar a sus seres queridos sin que exista un motivo de peso que lo justifique y sin que desde la administración penitenciaria se pongan todos los esfuerzos en buscar alternativas menos gravosas para esta situación.
Tenemos constancia de que la decisión de suspensión de las comunicaciones depende de la dirección de cada centro penitenciario y no de la la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. De hecho, cárceles como ZUERA,IBIZA,MENORCA,ALCAZAR DE SAN JUAN,OCAÑA I,SEGOVIA,BADAJOZ,MADRID VII Y MELILLA están disfrutando de las comunicaciones especiales (comunicado de la secretaria general a fecha del 4 de enero de 2022)
POR TODO ELLO CONVOCAMOS CONCENTRACIÓN Y ROGAMOS NOS ESCUCHEN Y TOMEN LAS MEDIDAS OPORTUNAS
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