La APDHA ha presentado esta mañana el Informe “Realidad Social y Vulnerabilidad en la Barriada de la Paz de Cádiz”
Este informe es el resultado de un trabajo de escucha, diálogo y participación ciudadana con el que hemos tratado de realizar una radiografía de la situación de la situación social de la Barriada de la Paz, en la que se ubica la sede de la APDHA. En él se abordan cuestiones básicas que se han considerado que pueden ayudar a entender cuáles son los condicionantes sociales que hacen especialmente vulnerable a la población de este enclave concreto de la ciudad.
Para ello, desde la APDHA se ha desarrollado un proceso de investigación participativa con agentes claves, públicos y privados, algunos vinculados de alguna forma con el Programa Zonas con Necesidades de Transformación Social (ZNTS). Así, centros educativos, de salud, deportivos, Servicios sociales y la Fundación de la Mujer, entidades sociales de referencia, movimientos asociativos vecinales del entorno, la iglesia y como parte central, sujeto y objeto al mismo tiempo, la propia población de la barriada. Todos estos actores han sido, de forma indirecta pero fundamental, redactores del documento presentado. El hilo conductor del mismo son en efecto sus reflexiones, que hemos puesto en contexto con estadísticas, legislación vigente, estudios anteriores y recursos existentes.
La tarea de investigación ha evitado una descripción generalista de la situación de la Barriada. Se ha escogido, por contra, una estructura por tramos de edad, género y grado de formación para centrarse en las agrupaciones sociales ‘jóvenes’ y ‘mujeres’ y haciendo especial hincapié en la vivienda, como un factor fundamental de esta problemática social dada la unión de los condicionantes de superpoblación y estigmatización de la zona; siendo todas ellas consideradas cuestiones urgentes en la actualidad e importantes en el futuro.
Algunos de los aspectos que se abordan en el Informe
En el informe se ha realizado una radiografía general que permite enmarcar la realidad socio-económica de la Barriada; la pérdida de población, el paro, la precariedad, la pobreza y la exclusión son los aspectos fundamentales que la dibujan.
Un aspecto que se aborda es una realidad laboral que se podría caracterizar por alto porcentaje de trabajo informal y/o sumergido, en condiciones altamente precarias, con ninguna o escasa seguridad y salarios bajos-muy bajos, elementos presentes tanto si hablamos de empleo formal como informal. Esta situación, que se repite de forma alarmante entre la población de la Barriada, se traduce en situaciones de nula transformación social, crecimiento de un sector que pese a trabajar continúa siendo pobre, imposibilidad de mejoras en la vivienda y escasas opciones por invertir en la educación.
Existen, como se señala en el documento, un sinfín de factores sociales, económicos y psicológicos de vital importancia que se abordan tomando como ejes tres aspectos que parecen particularmente relevantes: vivienda, juventud y mujer.
- Espacio urbano y vivienda:
El informe aborda con detalle el proceso de creación de la Barriada y el espacio urbano resultante. Una Barriada con una deteriorada dotación de equipamientos e infraestructuras, destacando la deficiente urbanización en cuanto a zonas de ocio y participación, las malas condiciones de las aceras, la falta de equipamiento comercial y para la formación, suciedad e inseguridad sigue siendo, en líneas generales, la percepción general que habitantes y agentes sociales de la Barriada nos transmiten.
El hacinamiento en las viviendas es otro aspecto en el que se detiene en el informe, y que se origina, en el caso de la Barriada, como resultado de la insolvencia económica debida a la inestabilidad o ausencia total de trabajo, lo que impide a la población joven independizarse y las personas adultas, ya con hijos y núcleo familiar propio, forzadas a volver a casa de sus padres u otros parientes al no poder mantener el alquiler o hipoteca de su propio domicilio.
- Jóvenes
Un aspecto preocupante y resaltado por los diferentes agentes es la falta de participación de los jóvenes en la Barriada (en múltiples ámbitos y espacios diversos) y lo que se viene a definir como desafección. Para entender esta realidad es necesario acercarse al contexto y la realidad que les afecta y les rodea, que se caracteriza por:
– La normalización de la precariedad y la pobreza; desazón y falta de esperanza.
– La falta de implicación de las familias hacia sus intereses y preocupaciones, en gran parte debido a situaciones económicas o sociales insostenibles.
– Un contexto educativo que hace de filtro social que deja fuera a quienes más sufren la precariedad y la pobreza (aquí una gran responsabilidad por parte de la existencia de centros concertados), bajo rendimiento académico y altas tasas de abandono y un contexto familiar que desvaloriza la educación formal o no posibilita su atención.
- Diferencias de género:
Si el factor de género es un condicionante social por sí mismo, al sumarle otras variables como la falta de recursos económicos, desempleo, falta de formación, etc., aparecen situaciones de mayor vulnerabilidad y falta de oportunidades.
En este sentido, unos de los aspectos reseñables es la persistencia de fuertes valores patriarcales y muy marcados estereotipos de género, en el que la asunción de tareas domésticas y el cuidado de los hijos, de trabajos invisibles y poco valorados sigue siendo un factor muy presente, que supone en muchos casos la disminución de su presencia en las esferas productivas, visibles y facilitadoras de autonomía personal.
Como conclusión final del trabajo realizado, el Informe llega al convencimiento de que en el trabajo por los derechos humanos y la lucha contra la exclusión social se impone la necesidad de una perspectiva global e integral. Este reto por la inclusión social demanda la actuación conjunta y simultánea de las diferentes administraciones y poderes públicos para garantizar un acceso efectivo y justo a los derechos de salud, vivienda, empleo, educación, servicios sociales. Toda estas son dimensiones interconectadas que cualquier fisura en una de ellas pone en serio riesgo a las demás y sitúa a las personas en riesgo de exclusión.
Aquí las deficiencias de las políticas de las administraciones competentes, Ayuntamiento y Junta de Andalucía, con el abandono además del Programa para la actuación en las zonas Necesitadas de Transformación Social como la Barriada, son más que constatables en los diferentes aspectos que aborda el Informe.
Al respecto, se haría necesario reflexionar sobre:
- La inexistencia de un plan integral elaborado con la participación de cada uno de los agentes sociales intervinientes en el territorio, sean ya organismos públicos de ámbito autonómico o local, o colectivos asociativos. Es necesario partir de un diagnóstico compartido de la realidad para poder actuar de manera coordinada y efectiva sobre la misma.
- La inexistencia de un espacio u órgano operativo de coordinación y seguimiento de las acciones que se ejecutan en la zona. En ese mismo espacio se hace necesaria la reflexión periódica, sobre los resultados que van obteniéndose en relación con la situación de partida.
- La inexistencia de un proceso participativo que permita la implicación directa de los afectados en todo el proceso de intervención comunitaria, es decir, en el diagnóstico, propuesta de acciones, seguimiento de las mismas y valoración de los resultados.
- A día de hoy cabría plantearse, además, la eficacia de un modelo que, tras 27 años de intervención social, permite que continúen justificándose nuevas acciones en los mismos, e incluso superiores, indicadores de exclusión social y pobreza que en años o convocatorias anteriores.
Junto a propuestas concretas en el ámbito de la vivienda y el espacio urbano, el informe finaliza con una serie de reflexiones en torno a la participación social y la situación del tejido asociativo de la Barriada.
Cádiz a 19 de enero de 2017
El informe se puede descargar en este enlace: