Esta mañana Diego Boza (delegado de APDHA en Cádiz) y Talía Ardana (coordinadora del programa de prostitución) han presentado el Informe de APDHA-Cádiz haciendo balance de la aplicación de las Ordenanzas Municipales en el Puerto de Santa María para el colectivo de personas que ejercen la prostitución en esa localidad
Desde entonces, hasta que a principios del 2014 llegó la primera multa, acompañamos a las trabajadoras sexuales en la angustia e incertidumbre que los agentes de policía estaban creando, más que informar/amenazar sobre la inminente imposición de multas, que mes a mes no llegaba. Pero llegó, y se estrenó con total brutalidad a través de una política de hostigamiento y desgaste dirigido esencialmente a las trabajadoras del sexo.
Entonces, la APDHA decide comenzar una ronda de negociaciones con el entonces concejal de policía, a las que asistieron trabajadoras sexuales como principales agentes. Negociaciones que giraban una y otra vez en torno a propuestas para alejarlas de las zonas urbanas a polígonos del extra-radio sin condiciones mínimas para que ellas pudieran trabajar. Fueron las propias trabajadoras las que, hartas de que lo único que importaba era su ocultación, dónde podían estar sin ser vistas, abandonaron las negociaciones.
Al mismo tiempo, desde la APDHA decidimos abrir una asesoría jurídica para buscar la forma de presentar recursos individuales a las sanciones que les llegaban a las trabajadoras sexuales, en un intento último por frenar el curso de las multas, pues lo contrario implicaría la muerte económica de un colectivo ya cebado por la crisis y la falta de derechos. Así fuimos haciendo un registro del número de multas que llegaban, de cuántas multas había llegado a acumular cada trabajadora, un registro de las actitudes de algunos agentes que acompañaban a las multas, la desesperación de las prostitutas, la indignación …Todo ello, mientras leíamos en la prensa local la denuncia de los vecinos en el sentido de que las ordenanzas no servían de nada y que no se multa a las prostitutas. Esto nos venía a demostrar que nadie sabía, nadie preguntaba, a nadie le preocupaba cómo estaba siendo realmente la aplicación de la normativa.
Por todo ello fue por lo que decidimos elaborar este informe, decidimos que era necesario dar voz a un colectivo que estaba siendo duramente castigado por una norma autoritaria, con altas dosis de arbitrariedad administrativa y policial, y poco o nada respetuosa con los derechos fundamentales de las personas.
Bajarse el documento en:
http://www.apdha.org/