Obligar a que las personas arriesguen su vida en un cayuco, ya que no se les permite emigrar de otra forma, le costó la muerte a 22 inmigrantes en la costa granadina hace unos días. Hoy leemos que 61 personas fueron abandonadas a su suerte y murieron de hambre en un barco en el mar Mediterráneo cuando habían sido avistadas, al menos, por un helicóptero y un portaviones.
La OTAN, la Unión Europea y los gobiernos de sus miembros son cómplices y responsables directos de estas muertes de personas inmigrantes.Mientras Túnez, con muchos menos medios, acoge a centenares de miles de personas, todos los esfuerzos e inversiones de la Unión Europea se concentran en la construcción de muros, de sistemas de vigilancia; de creación de cuerpos militares que repelan cualquier intento de entrar a Europa; de acordar con terceros países la readmisión de las personas que los gobiernos europeos no quieren.
83 personas con sus vidas, historias, sueños, familias y futuros han muerto sin ninguna razón más allá de que “aquí no entra nadie”. A cualquier precio.
Nos negamos a que en Europa la vida humana de “los otros” no valga nada. Exigimos responsabilidades. Reivindicamos cambios profundos en las políticas migratorias. Reclamamos que se cumplan los tratados internacionales firmados y la Declaración de los Derechos Humanos.
Como sociedad civil nos rebelamos e indignamos ante este asesinato. Porque el que legisla para que la gente muera y mira hacia otro lado, es cómplice.Andalucía, 10 de mayo de 2010
Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía – APDHA
Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía – APDHA
